Ricardo Fernández/ Murcia/ La Verdad
A los dos clientes de Trampolín Hills que el pasado martes trataron supuestamente de tomarse la justicia por su mano, reclamando pistola en mano el dinero que habían entregado a la promotora por la compra de quince viviendas que no se han llegado a construir, se les están acumulando los problemas. Y los últimos son especialmente graves. No sólo no han conseguido recuperar las cantidades a cuenta, sino que ahora se enfrentan a sendas peticiones de siete años de cárcel por una supuesta detención ilegal en concurso con amenazas, otro presunto delito contra la integridad moral y otro posible de tenencia ilícita de armas.
Tal es la calificación que ha redactado el abogado de Trampolín Hills, José Antonio García, y que defenderá en el plazo de dos semanas ante un juez de lo Penal de Murcia. El abogado considera, sin embargo, que dada la gravedad de los hechos que imputa a los dos sospechosos -los hermanos Miguel Ángel y Alfonso G.T., vecinos de Jumilla-, y en consideración a las elevadas penas que solicita, el juicio no debe celebrarse ante ese órgano judicial, sino ante la Audiencia Provincial de Murcia.
En su escrito, que ayer presentó en el Palacio de Justicia, el abogado expone que los dos sospechosos se presentaron, hacia las nueve y media de la mañana del pasado martes, ante el domicilio del principal impulsar de Trampolín Hills, Antonio Martínez, y al no encontrarlo amenazaron presuntamente a su familia.
Después se desplazaron hasta las oficinas de la empresa en el valle del Sol y allí localizaron a un socio del promotor, Rafael Aguilera, a quien, supuestamente, colocaron el cañón de una pistola en la cabeza mientras le exigían el dinero y advertían de que se habían despedido de sus familiares y que estaban dispuestos a arreglar el problema como fuera. Así, uno de ellos le habría dicho: «Rafael, esta mañana tengo que matar a alguien; o me das el dinero...», pasando a continuación, presuntamente, a apretar el gatillo en varias ocasiones, mientras su hermano le instaba a meter el cargador. «No te preocupes, que llevo una bala en metida en el cargador», habría contestado el que portaba el arma.
Después lo obligaron presuntamente a subir a una furgoneta y comenzaron a recorrer la zona en busca de Antonio Martínez, hasta que se encontraron con otro socio, éste holandés, y Rafael logró hacerle saber, en ese idioma, que estaba retenido y le pidió que alertara a la Guardia Civil.
Pocos minutos después, una patrulla detenía a los dos sospechosos cuando esperaban junto a Rafael en la puerta de la casa de Antonio. En la furgoneta fueron intervenidas dos pistolas y munición.
El abogado de Trampolín Hills advierte de que tiene previsto solicitar penas de siete años de prisión para cada uno de los hermanos por los delitos de detención ilegal en concurso con amenazas, contra la integridad moral (por las supuestas torturas psicológicas a las que habrían sometido a Rafael al simular su ejecución), y, si se demostrara que no tenían las pistolas legalmente, también de tenencia ilícita de armas.
A los dos clientes de Trampolín Hills que el pasado martes trataron supuestamente de tomarse la justicia por su mano, reclamando pistola en mano el dinero que habían entregado a la promotora por la compra de quince viviendas que no se han llegado a construir, se les están acumulando los problemas. Y los últimos son especialmente graves. No sólo no han conseguido recuperar las cantidades a cuenta, sino que ahora se enfrentan a sendas peticiones de siete años de cárcel por una supuesta detención ilegal en concurso con amenazas, otro presunto delito contra la integridad moral y otro posible de tenencia ilícita de armas.
Tal es la calificación que ha redactado el abogado de Trampolín Hills, José Antonio García, y que defenderá en el plazo de dos semanas ante un juez de lo Penal de Murcia. El abogado considera, sin embargo, que dada la gravedad de los hechos que imputa a los dos sospechosos -los hermanos Miguel Ángel y Alfonso G.T., vecinos de Jumilla-, y en consideración a las elevadas penas que solicita, el juicio no debe celebrarse ante ese órgano judicial, sino ante la Audiencia Provincial de Murcia.
En su escrito, que ayer presentó en el Palacio de Justicia, el abogado expone que los dos sospechosos se presentaron, hacia las nueve y media de la mañana del pasado martes, ante el domicilio del principal impulsar de Trampolín Hills, Antonio Martínez, y al no encontrarlo amenazaron presuntamente a su familia.
Después se desplazaron hasta las oficinas de la empresa en el valle del Sol y allí localizaron a un socio del promotor, Rafael Aguilera, a quien, supuestamente, colocaron el cañón de una pistola en la cabeza mientras le exigían el dinero y advertían de que se habían despedido de sus familiares y que estaban dispuestos a arreglar el problema como fuera. Así, uno de ellos le habría dicho: «Rafael, esta mañana tengo que matar a alguien; o me das el dinero...», pasando a continuación, presuntamente, a apretar el gatillo en varias ocasiones, mientras su hermano le instaba a meter el cargador. «No te preocupes, que llevo una bala en metida en el cargador», habría contestado el que portaba el arma.
Después lo obligaron presuntamente a subir a una furgoneta y comenzaron a recorrer la zona en busca de Antonio Martínez, hasta que se encontraron con otro socio, éste holandés, y Rafael logró hacerle saber, en ese idioma, que estaba retenido y le pidió que alertara a la Guardia Civil.
Pocos minutos después, una patrulla detenía a los dos sospechosos cuando esperaban junto a Rafael en la puerta de la casa de Antonio. En la furgoneta fueron intervenidas dos pistolas y munición.
El abogado de Trampolín Hills advierte de que tiene previsto solicitar penas de siete años de prisión para cada uno de los hermanos por los delitos de detención ilegal en concurso con amenazas, contra la integridad moral (por las supuestas torturas psicológicas a las que habrían sometido a Rafael al simular su ejecución), y, si se demostrara que no tenían las pistolas legalmente, también de tenencia ilícita de armas.