Ordenan el ingreso en prisión de Tahar R.F. como supuesto autor de homicidio, lesiones y robo con violencia
10.03.12 - 01:13 -
JORGE GARCÍA BADÍA | MURCIA ./ La Verdad
Tranquilo y con el semblante serio y tenso, pero con un aire que imponía cierta intimidación. De esta forma se mostró, a su llegada y a la salida del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, Tahar R. F., principal sospechoso del 'crimen de los huertos', que fue perpetrado entre las 16.30 y las 17 horas del lunes 27 de febrero en el Carril del Rincón de Los Cobos, en El Raal.
Este ciudadano marroquí, de 31 años de edad, posiblemente celebrará entre rejas su próximo cumpleaños, el 7 de abril. Lo hará en el centro penitenciario de Sangonera la Verde, después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, Marifé Tabasco, ordenase este viernes su ingreso en prisión provisional como supuesto autor del homicidio de Carmen Gea Calderón, vecina de Orihuela, de 69 años, además de las presuntas lesiones contra Fina Meseguer, oriolana de 64 años, y Mari Carmen Calderón, raaleña de 79 años. Tahar también está imputado por robo con violencia.
La decisión se hacía efectiva después de que tres testigos, citados a las 11 horas, prestaran declaración y protagonizaran una rueda de reconocimiento, donde trataron de identificar al 'asesino de los huertos'.
El principal testigo del crimen, Khalid, compartía los momentos previos a su declaración sentado en el interior del juzgado junto a una de las dos supervivientes, Mari Carmen Calderón Roldán, a la que prestó auxilio el día de la agresión y con la que mantenía una breve conversación, en la que le preguntaba: «¿Cómo está Fina?». Ésta última no había sido citada, pero agentes de la Policía Judicial visitaron su vivienda de Los Tres Puentes de La Aparecida, este jueves, para tomarle muestras de ADN.
Tras permanecer algo más de tres horas en los juzgados, Khalid explicó a 'La Verdad' que, en la rueda de reconocimiento, «enseguida lo he reconocido; no puedo olvidar su cara». Sobre su testimonio ante la jueza Marifé Tabasco volvió a reiterar la misma versión de los hechos que mantiene desde el 27 de febrero: «Yo estaba de camino a Beniel y vi a un chico que corría por los huertos, salía por un campo de limoneros y aparecía delante de mí para volver a meterse por el campo».
En cuanto a la presencia del arma homicida, un palo de madera de unos 60 centímetros que la Policía Judicial retiró del lugar del crimen, en el Rincón de Los Cobos, Khalid aseguró que «en la mano solo llevaba un móvil o un monedero». Pero no el palo. «Seguí mi camino y vi unas gotas de sangre y a una mujer tirada debajo de un limonero. Después vi a dos mujeres, pero volví rápido para atender a Carmen, a quien dejé en un portal».
En concreto, la dejó sobre la acera del número 33 del Carril del Rincón de Los Cobos, donde se depositaron velas durante la manifestación pacífica convocada por la Junta Municipal de El Raal. Khalid reconocía que «desde la detención, en casa estamos más aliviados; sobre todo mi hermana».
«No se merece ni un juicio»
El estado de nervios que vive en las últimas fechas Mari Carmen -que le ha llevado a pasar por urgencias- se ha visto agravado por la muerte de su cuñado 24 horas antes de su comparecencia ante la juez. Por ese motivo llegó al Juzgado acompañada de su hija, Mari Carmen, quien aseguró que «no se merece ni juzgarlo; que nos lo dejen al pueblo y lo lapidamos». Su madre recordaba ante la juez: «Vimos que la persona que nos agredió fue la misma que nos perseguía. Cuando echó a correr, Fina y yo nos escapamos a gatas».
Tras la rueda de reconocimiento, explicó que «no me acuerdo de su cara. La tenía gorda, era reciote, de complexión media. Si lo visten con la chaqueta blanca con chispitas negras que llevaba ese día, sí lo reconocería». La hija de la superviviente sí corroboraba que «antes de la agresión vimos en la Casa de Los Rodríguez a dos marroquíes, que estaban recogiendo agua en la poza de Los Cobos».
Tras los interrogatorios y las ruedas de reconocimiento, Tahar era despedido del Juzgado entre flashes, y con un sonoro «¡hijo de puta!» de un viandante. Tahar disfrutó de sus últimas horas de libertad paseando por las calles de Guardias Viejas en El Ejido, donde fue sorprendido por la Policía Judicial este miércoles.
La Guardia Civil le devolvió esta semana a Mari Carmen, 2 euros con 35 céntimos, «la calderilla» que llevaba en su monedero y que la Guardia Civil recuperó. Al final, la vida de Carmen Gea Marcos solo costó cinco miserables euros.