El mercado ha empezado a absorber el 'stock' de viviendas y en 2010 prevé que mejoren las ventas
La Verdad
Después de dos duros años de continua y pronunciada caída, el sector inmobiliario ha comenzado a ver signos para el optimismo. Aún son tibios, débiles, pero suficientes para que los empresarios se muestren esperanzados. Un dato revelador es que el mercado ha comenzado a absorber el 'stock' de viviendas acumulado en la Región durante los años del 'boom' inmobiliario, debido a que el número de viviendas que se termina ahora es muy superior al de las que se inician.
El presente ejercicio, en concreto, concluirá con unas 7.000 nuevas viviendas iniciadas en la Región de Murcia, frente a las 19.000 aproximadamente con que terminará. Ello supondrá que el exceso de oferta, uno los problemas del sector, ya ha empezado a corregirse.
También hay perspectivas positivas para la demanda. A pesar de que obtener un crédito hipotecario sigue siendo una ardua tarea, existen varios factores favorables en este frente: los tipos de interés se mantiene bajos y no experimentarán cambios bruscos a corto plazo; la desconfianza en la coyuntura económica está generando un incremento del ahorro doméstico, lo que significa inversión futura, y la accesibilidad a la vivienda ha mejorado casi diez puntos este año, al pasar del 34% al 24,7% el esfuerzo financiero que debe realizar una familia media en España para adquirir una casa.
Además, el indicador de confianza del consumidor ha mejorado en el segundo semestre del año por primera vez desde que empezará a caer a finales de 2007.
La Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia (APIRM) prevé además que las transacciones inmobiliarias mejoren a lo largo de 2010. «Nuestras previsiones indican que, tras dos años de frenazo y ajuste rápido, el próximo año empezará a mejorar la actividad y que en 2011 llegará la recuperación». Son palabras de Juan Hernández Albarracín, presidente de los promotores murcianos, quien, a pesar del optimismo que desprende, reconoce que «la situación ahora es muy dura, que nadie se llame a engaño, pero también creemos que estamos entrando en la senda de la recuperación».
Otro argumento más para el optimismo inmobiliario es que los indicadores de actividad de la construcción han parado su caída, y alguno de ellos, como el consumo de cemento, han comenzado a mejorar. Los expertos, explica el presidente de los promotores, achacan este cambio al Fondo de Inversión Local puesto en marcha por el Gobierno central, «pero, aun así, son alentadores a la vista de lo mal que estaba todo».
Baja el precio del suelo
La actual bajada del precio del suelo, cuyo crecimiento desorbitado fue una de las características nocivas de la burbuja inmobiliaria, es otro de los factores que favorece la actividad inmobiliaria.
Según datos del Ministerio de Vivienda, el precio del suelo urbano, -que supone entre el 40% y el 60% del precio final de las viviendas-, bajó en la Región de Murcia un 23,6% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2008, el mayor descenso de todo el país, cuya disminución media se situó en el 7,5%.
Hernández señala que «el insostenible proceso de inflación del precio del suelo registrado en los últimos años es el gran problema del sector», al que añade «la desmedida y arbitraria intervención de algunos ayuntamientos en el suelo, que lo utilizan para financiarse».
El presente ejercicio, en concreto, concluirá con unas 7.000 nuevas viviendas iniciadas en la Región de Murcia, frente a las 19.000 aproximadamente con que terminará. Ello supondrá que el exceso de oferta, uno los problemas del sector, ya ha empezado a corregirse.
También hay perspectivas positivas para la demanda. A pesar de que obtener un crédito hipotecario sigue siendo una ardua tarea, existen varios factores favorables en este frente: los tipos de interés se mantiene bajos y no experimentarán cambios bruscos a corto plazo; la desconfianza en la coyuntura económica está generando un incremento del ahorro doméstico, lo que significa inversión futura, y la accesibilidad a la vivienda ha mejorado casi diez puntos este año, al pasar del 34% al 24,7% el esfuerzo financiero que debe realizar una familia media en España para adquirir una casa.
Además, el indicador de confianza del consumidor ha mejorado en el segundo semestre del año por primera vez desde que empezará a caer a finales de 2007.
La Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia (APIRM) prevé además que las transacciones inmobiliarias mejoren a lo largo de 2010. «Nuestras previsiones indican que, tras dos años de frenazo y ajuste rápido, el próximo año empezará a mejorar la actividad y que en 2011 llegará la recuperación». Son palabras de Juan Hernández Albarracín, presidente de los promotores murcianos, quien, a pesar del optimismo que desprende, reconoce que «la situación ahora es muy dura, que nadie se llame a engaño, pero también creemos que estamos entrando en la senda de la recuperación».
Otro argumento más para el optimismo inmobiliario es que los indicadores de actividad de la construcción han parado su caída, y alguno de ellos, como el consumo de cemento, han comenzado a mejorar. Los expertos, explica el presidente de los promotores, achacan este cambio al Fondo de Inversión Local puesto en marcha por el Gobierno central, «pero, aun así, son alentadores a la vista de lo mal que estaba todo».
Baja el precio del suelo
La actual bajada del precio del suelo, cuyo crecimiento desorbitado fue una de las características nocivas de la burbuja inmobiliaria, es otro de los factores que favorece la actividad inmobiliaria.
Según datos del Ministerio de Vivienda, el precio del suelo urbano, -que supone entre el 40% y el 60% del precio final de las viviendas-, bajó en la Región de Murcia un 23,6% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2008, el mayor descenso de todo el país, cuya disminución media se situó en el 7,5%.
Hernández señala que «el insostenible proceso de inflación del precio del suelo registrado en los últimos años es el gran problema del sector», al que añade «la desmedida y arbitraria intervención de algunos ayuntamientos en el suelo, que lo utilizan para financiarse».