La Consejería pretende asegurar unos 15.000 millones del negocio de la CAM
Salvador Marín se reúne el miércoles con el FROB para salvar el patrimonio y la Obra Social de la caja intervenida
25.07.11 - 01:39 - El Banco CAM cuenta con un volumen de depósitos próximo a los 15.000 millones de euros en la Región de Murcia, además de un amplio patrimonio forjado en los 136 años de historia de la entidad intervenida el viernes por el Banco de España. Unido a esto se encuentra la Obra Social que maneja la Fundación CAM.Son las tres razones de peso que llevan al Gobierno regional a estar encima del proceso que terminará con la venta de la entidad al mejor postor, probablemente después del verano. El consejero de Economía y Hacienda, Salvador Marín, ya tiene fecha para reunirse con el vicepresidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para recabar la máxima información y ponerse a disposición del banco emisor. La cita será el miércoles y estará acompañado por su homólogo de la Comunidad Valenciana, Enrique Verdeguer. El consejero murciano también ha solicitado una reunión con los nuevos administradores.
Marín manifestó ayer a 'La Verdad' que el Gobierno regional no realizará ningún tipo de injerencia en el proceso de saneamiento y enajenación -aunque lo pretendiera, no tiene ningún margen de maniobra para hacerlo-, pero a la vez subrayó que debe conocer las decisiones que se tomen, habida cuenta del volumen de negocio que el Banco CAM tiene en la Región y los miles de clientes que han confiado sus ahorros y depósitos. Aunque con raíces en Murcia, la CAM tiene mucha más presencia en la Comunidad Valenciana.
«Hay que estar encima»
Salvador Marín opina que «hay que estar encima» y que el interés de su departamento se cifra en la cuota territorial del Banco CAM, próxima al 20%, lo cual se traduce en unos 15.000 millones de euros sobre el total de depósitos que maneja la entidad, que ronda los 75.000 millones. «Nuestro propósito es que ese volumen de negocio siga en la Región de Murcia y que la capacidad de decisión de los nuevos responsables está cerca de nuestra Comunidad». Éste sería el modelo más cómodo para Murcia, añade el consejero, quien no obstante reconoce que si el nuevo propietario es uno de los grandes bancos dicha proximidad será difícil.
«En el esquema de reestructuración las cajas se han transformado en bancos, por lo que todos sabemos que el marco ha cambiado, independientemente de que la CAM fuera intervenida o no», señala. A su juicio, el Banco de España y el Ministerio de Economía y Hacienda han tardado demasiado con el proceso de reestructuración bancaria, que aún no ha culminado. Opina que lo más importante de la situación es que fluya el crédito y se reactive la economía.
Otro de los objetivos del Gobierno de Valcárcel se cifra en el futuro del patrimonio y de la Obra Social en manos de la Fundación CAM. «Deseamos que el patrimonio tenga una valoración adecuada. Vamos a estar vigilantes cuando se conozca la valoración que están realizando los auditores independientes», apunta Marín. «Vamos a esperar a conocer los datos. Cuando se vaya a Bolsa se conocerá el valor de la acciones y la parte que le corresponde a la Fundación, razón por la cual hay que defender ese patrimonio para que tenga un valor justo», apostilla.
Marín desconoce la cuantía de dicho patrimonio si bien destaca que la entidad tiene detrás 136 años de historia en los que ha acumulado unos bienes que se deben salvaguardar.
Dotación para la Obra
Salvador Marín y Verdeguer también buscarán garantías sobre la Obra Social, que ahora está a expensas de los nuevos administradores. El presupuesto para este año era de 38,7 millones de euros. Durante el primer trimestre, la Fundación CAM ha realizado 2.337 actividades para 706.621 beneficiarios, según informó el Consejo de Administración de mayo. Con la intervención se abre un interrogante sobre la ejecución de dicho presupuesto y la dotación del próximo ejercicio, en tanto que la Obra Social se nutre de un porcentaje de los beneficios bancarios. Si hay pérdidas, la Obra podría quedarse bajo mínimos.