La Consejería de Agricultura y Agua estima que las granizadas caídas este fin de semana en la Región han afectado a 12.000 hectáreas de huertos de melocotón de industria, ciruela, pera y uva de mesa, que se encuentran en los términos municipales de Cieza, Calasparra, Blanca y Abarán, y que han quedado muy dañados.
De esta superficie, 2.000 hectáreas se vieron especialmente afectadas por el «epicentro del temporal» y resultaron arrasadas en su totalidad, según el consejero Cerdá. Éste visitó ayer varias de las fincas que resultaron más afectadas, acompañado por el alcalde de Cieza, Antonio Tamayo y los máximos responsables de las organizaciones agrarias COAG y Fecoam, Pedro Lencina y Santiago Martínez, respectivamente.
El titular de Agricultura y Agua destacó que «lo más preocupante de esta catástrofe no son las cosechas, ya que están aseguradas por los agricultores, sino el daño producido en la madera de los árboles, que puede afectar a la cosecha de futuras campañas; y ésas no se pueden asegurar».
Fumigación aérea
Para paliar los daños sufridos en los huertos, la Consejería comienza hoy a repartir a los agricultores tratamiento fúngico para los cortes y heridas de los árboles, lo que evitará que se desarrollen y propaguen entre ellos problemas de hongos. Al mismo tiempo, Cerdá aseguró que varias avionetas fumigarán la zona en las próximas horas con cicatrizantes y otros fungicidas que eviten la aparición de hongos.
Además, los técnicos de la Consejería trabajan ya en la delimitación de la intensidad del daño en cada una de las zonas. Al respecto, Cerdá afirmó que su consejería solicitará al Gobierno central la declaración de zona catastrófica para las 12.000 hectáreas afectadas, previa petición de los ayuntamientos de la zona.
Una petición que también realizará en los próximos días el Pleno del Ayuntamiento de Cieza reunido en sesión extraordinaria en los próximos días, según adelantó ayer el alcalde del Consistorio, Antonio Tamayo.
Por su parte, los representantes de las organizaciones agrarias coincidieron en señalar su preocupación por los daños en los frutales de cara a próximas campañas y por las pérdidas ocasionadas en la presente cosecha.
Millones de kilos de fruta
Santiago Martínez, presidente de Fecoam, calculó que se han perdido entre 4 y 5 millones de kilos de fruta y que, por este motivo, «sólo en las cooperativas hortofrutícolas, se pueden perder entre 800 y 1.000 puestos de trabajo», sin contar las personas que han estado trabajando hasta ahora en las tareas de recolección y que también irían al paro. Y cifró entre 2.500 y 2.800 las hectáreas más afectadas, dedicadas en su mayoría a la producción de melocotones y nectarinas.
Mientras, Pedro Lencina, presidente de Coag, exigió a las administraciones municipales y al Gobierno regional la concesión de ayudas, ya que los seguros no cubren los daños que el pedrisco provoca en los frutales. Y extendió asimismo a 30.000 las hectáreas de los municipios de Cieza, Calasparra, Moratalla y Caravaca de la Cruz afectadas por el temporal, aunque ha reconocido que la superficie más dañada se circunscribe a una decena de miles de hectáreas.
En este mismo sentido, el secretario de Acción Sectorial de UPA en Murcia, Antonio Moreno, adelantó ayer que pedirán a la Consejería de Agricultura la concesión de ayudas directas a los afectados y la declaración de zona catastrófica en los municipios afectados por el pedrisco, en los que señaló que «es muy posible que haya que arrancar los árboles y parrales de uva de mesa».
Asaja Murcia ha calculado que la zona dañada puede representar entre el 20% y el 60% de las fincas dedicadas a cultivos hortofrutícolas en la Región.
De esta superficie, 2.000 hectáreas se vieron especialmente afectadas por el «epicentro del temporal» y resultaron arrasadas en su totalidad, según el consejero Cerdá. Éste visitó ayer varias de las fincas que resultaron más afectadas, acompañado por el alcalde de Cieza, Antonio Tamayo y los máximos responsables de las organizaciones agrarias COAG y Fecoam, Pedro Lencina y Santiago Martínez, respectivamente.
El titular de Agricultura y Agua destacó que «lo más preocupante de esta catástrofe no son las cosechas, ya que están aseguradas por los agricultores, sino el daño producido en la madera de los árboles, que puede afectar a la cosecha de futuras campañas; y ésas no se pueden asegurar».
Fumigación aérea
Para paliar los daños sufridos en los huertos, la Consejería comienza hoy a repartir a los agricultores tratamiento fúngico para los cortes y heridas de los árboles, lo que evitará que se desarrollen y propaguen entre ellos problemas de hongos. Al mismo tiempo, Cerdá aseguró que varias avionetas fumigarán la zona en las próximas horas con cicatrizantes y otros fungicidas que eviten la aparición de hongos.
Además, los técnicos de la Consejería trabajan ya en la delimitación de la intensidad del daño en cada una de las zonas. Al respecto, Cerdá afirmó que su consejería solicitará al Gobierno central la declaración de zona catastrófica para las 12.000 hectáreas afectadas, previa petición de los ayuntamientos de la zona.
Una petición que también realizará en los próximos días el Pleno del Ayuntamiento de Cieza reunido en sesión extraordinaria en los próximos días, según adelantó ayer el alcalde del Consistorio, Antonio Tamayo.
Por su parte, los representantes de las organizaciones agrarias coincidieron en señalar su preocupación por los daños en los frutales de cara a próximas campañas y por las pérdidas ocasionadas en la presente cosecha.
Millones de kilos de fruta
Santiago Martínez, presidente de Fecoam, calculó que se han perdido entre 4 y 5 millones de kilos de fruta y que, por este motivo, «sólo en las cooperativas hortofrutícolas, se pueden perder entre 800 y 1.000 puestos de trabajo», sin contar las personas que han estado trabajando hasta ahora en las tareas de recolección y que también irían al paro. Y cifró entre 2.500 y 2.800 las hectáreas más afectadas, dedicadas en su mayoría a la producción de melocotones y nectarinas.
Mientras, Pedro Lencina, presidente de Coag, exigió a las administraciones municipales y al Gobierno regional la concesión de ayudas, ya que los seguros no cubren los daños que el pedrisco provoca en los frutales. Y extendió asimismo a 30.000 las hectáreas de los municipios de Cieza, Calasparra, Moratalla y Caravaca de la Cruz afectadas por el temporal, aunque ha reconocido que la superficie más dañada se circunscribe a una decena de miles de hectáreas.
En este mismo sentido, el secretario de Acción Sectorial de UPA en Murcia, Antonio Moreno, adelantó ayer que pedirán a la Consejería de Agricultura la concesión de ayudas directas a los afectados y la declaración de zona catastrófica en los municipios afectados por el pedrisco, en los que señaló que «es muy posible que haya que arrancar los árboles y parrales de uva de mesa».
Asaja Murcia ha calculado que la zona dañada puede representar entre el 20% y el 60% de las fincas dedicadas a cultivos hortofrutícolas en la Región.