El informe del año pasado remitido a la CNMV refleja que los antiguos directivos cobraron 13,8 millones de euros
18.04.12 - 00:44 -
Cajamadrid y Caixabank compraron más de 2 millones de cuotas participativas de la CAM por un importe de 12,7 millones de euros, según aparece reflejado en el Informe Anual de Gobierno Corporativo del año pasado entregado a la CNMV, en el que se explican al detalle los movimientos que desembocaron en la intervención por parte del FROB y la posterior venta a Banco Sabadell. La CAM lanzó 50 millones de cuotas (acciones sin derechos políticos) en julio de 2008 con las que captó 292 millones en el parqué a través de 46.000 suscriptores que han visto ahora cómo se ha perdido el valor de este producto, entre otros motivos porque los anteriores gestores no segregaron esta parte del negocio al Banco CAM. Por esta razón, el Banco Sabadell no tiene obligación legal.
Caixabank y Cajamadrid (antes de integrarse en Bankia) aparecen en el Informe Anual -que será el último de la CAM- como titulares de más del 2% de las cuotas. Entre los afectados se encuentran además trabajadores de la Caja. La Asamblea General autorizó en noviembre de 2009 al Consejo de Administración a comprar cuotas para dotarlas de liquidez con operaciones de autocartera, con el fin de entregarlas a los trabajadores.
'Los restos' de la Caja
La gestión de la Obra Social y una oficina en Miami
La entidad sigue administrada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Caja Mediterráneo segregó su negocio financiero al Banco CAM con efectos del 22 de julio pasado, el día en que fue intervenida por el Banco de España. El 15 de diciembre, a raíz de la venta a Banco Sabadell, la participación de la Caja en dicho banco se redujo a cero, por lo que no ostenta ninguna participación en el accionariado. La materialización efectiva de la venta a Sabadell está pendiente de la resolución de las autoridades de competencia de la Unión Europea. Dicho 'closing' se realizará en breve, apuntan diversas fuentes. Como conclusión, la antigua caja de ahorros dispone únicamente y de forma transitoria, a fecha del 31 de diciembre, de una oficina operativa en Miami que se encuentra pendiente de traspaso; así como de la gestión de la Obra Social. El informe hace constar que, en esa fecha, no estaba constituida la Comisión de Obra Social.
Préstamos a partidos
3 millones a PSOE y PP
Los vaivenes financieros y el grave deterioro del negocio no impidieron a la CAM conceder el año pasado 710.000 euros al PSOE en dos préstamos. De esta forma, el saldo vivo de los préstamos concedidos a los socialistas y al Partido Popular es de 3,016 millones de euros (los populares tienen casi el doble), contando con el hecho de que ambos tenían representación en los órganos de la Caja. Este saldo forma ahora parte del balance del Banco CAM.
Asimismo, los gestores de la entidad siguieron dando préstamos a diversas instituciones públicas, entre los que destacan la Generalitat Valenciana, con una operación de 64,6 millones de euros. Otros créditos se concedieron al Ayuntamiento de Alicante (5,1 millones), a la Diputación Provincial de Alicante (8 millones), al Ayuntamiento de Santa Pola (1,8 millones) y la Diputación Provincial de Valencia (899.000 euros).
Retribuciones y préstamos
Los directivos cobraron 13,8 millones
Las remuneraciones percibidas por el personal clave de dirección y por los miembros de Consejo de Administración en su calidad de directivos fueron de 13,8 millones de euros, a los que hay que sumar 57.000 euros en pensiones y primas de seguros. El expresidente de la CAM, Modesto Crespo, y los miembros del Consejo de Administración fueron despojados de sus cargos el mismo día de la intervención; mientras que la exdirectora general María Dolores Amorós fue despedida semanas después. Hasta ese momento, los componentes de Consejo percibieron 57.000 euros en dietas. Asimismo, se hace constar que el personal directivo y los miembros de los órganos de gobierno cobraron otros 699.000 euros como representantes en sociedades cotizadas y otras entidades.
Por su parte, los miembros de la Comisión de Control cobraron 29.000 euros en dietas de asistencia; los de la Comisión de Retribuciones otros 3.000 euros y los de la Comisión de Inversiones 2.000 euros.
Tras la intervención y hasta que no se consume oficialmente la venta, sobrevive la Comisión de Control que preside Juan Ramón Avilés, exconcejal del PP de Murcia. El informe aclara que las especiales circunstancias en las que se encuentra la entidad hacen que las funciones y responsabilidades que tiene la Comisión de Control «no sean de aplicación», ya que todas las decisiones deben pasar por los tres administradores del FROB.
Créditos a consejeros
Los últimos 'coletazos' de los antiguos responsables
Cuatro de los diez miembros de dicha Comisión solicitaronel año pasado avales, créditos y garantías por más de 5 millones de euros. Fueron ocho operaciones, en las que figuran dos tarjetas familiares de pequeño importe; dos préstamos de 90.000 y 250.000 euros y el resto lo constituyen cuatro operaciones de una misma persona por 5 millones de euros.
Los miembros del Comisión de Control y los excomponentes del Consejo de Administración fueron expedientados por el Banco de España. Todos han presentado sus alegaciones contra una posible sanción del interventor, la cual podría circunscribirse a los principales responsables, como ha ocurrido en otras entidades intervenidas. Juan Ramón Avilés presentó además una querella contra dos inspectores del Banco de España que redactaron el expediente disciplinario por un posible delito de falsificación de documento público. El juzgado de Instrucción 28 de Madrid la ha admitido a trámite y los ha citado a declarar como imputados.
El año pasado se reunió dos veces la Asamblea General, mientras que el Consejo de Administración los hizo en 13 ocasiones, señala el Informe de Gobierno Corporativo. En la asamblea celebrada el 30 de marzo se aprobó la gestión del Consejo de Administración y las cuentas de 2010; así como el reparto de retribuciones entre los titulares de cuotas participativas. El acuerdo de mayor relieve fue la segregación del negocio financiero de la CAM a favor del Banco Base (la unión con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria), pese a que las asambleas de los otros tres socios no respaldaron la fusión.
En la última Asamblea General, del 17 de junio, un mes antes de la intervención de la entidad, se modificaron los estatutos para designar a los consejeros que debían formar parte del Banco CAM, ya que los antiguos responsables estaban decididos a seguir adelante en solitario después de que se frustrara la constitución del Banco Base. Para ello esperaban contar con la parte proporcional de las ayudas del llamado FROB II (aquellas que el Banco de España debía conceder al SIP formado por las cuatro cajas, pero que finalmente no entregó).
Desinversiones
Venta de un banco marroquí por 139 millones
Apenas un mes después de la intervención de la CAM por parte del FROB la entidad empezó a soltar lastre con la venta de la participación que tenía en Banque Marocaine du Commerce Exterieur. La operación de la desinversión alcanzó los 139,8 millones de euros. La decisión no partió de los nuevos administradores, sino de los anteriores gestores que intentaban conseguir liquidez, ya que el informe de la Comisión de Inversiones de la CAM se hizo en junio. La participación en esta entidad de Marruecos era utilizada por algunos exdirectivos como una muestra de la supuesta potencia financiera de la CAM en el exterior.
Por otra parte, el pasado ejercicio se realizaron otras diez operaciones de inversión a través de participaciones en diversas sociedades, todas con informes favorables anteriores al desembarco del FROB. Entre todas suman casi 8 millones de euros. En la lista destacan varios proyectos inmobiliarios, así como la participación en un 14,63% en la firma Aliancia Zero, dedicada a gestionar la creciente cartera de activos inmobiliarios de las entidades financieras.
Enderezar el rumbo
Subasta y posterior ampliación de capital
A partir del 15 de diciembre, después de comunicarse que la CAM pasaba a manos de Banco Sabadell, se dieron los siguientes pasos del proceso de reestructuración, reduciendo en primer lugar el capital del Banco CAM a cero para ajustar el valor de la participación accionarial de Caja Mediterráneo. Seguidamente se acometió una ampliación de capital aprobada por la Comisión Ejecutiva de Banco de España por valor de 2.800 millones de euros, que fue suscrita y desembolsada íntegramente por el Fondo de Garantía de Depósitos constituido con las aportaciones del resto de entidades de crédito. Como resultado, el Banco CAM tuvo a partir del 31 de diciembre como accionista único al Fondo de Garantía, dejando fuera a la antigua Caja. Ésta deberá proceder a su transformación en una «fundación de carácter especial», indica el Informe de Gobierno Corporativo.