La Consejería de Educación asegura que apenas recibe demandas por irregularidades y que el cuerpo de inspectores ya realiza esa tarea de vigilancia
18.06.09 -
F. C. MURCIA/ la Verdad
18.06.09 -
F. C. MURCIA/ la Verdad
Las cuotas voluntarias que las familias pagan a las asociaciones de padres de los colegios de sus hijos son, en la gran mayoría de los centros, bien empleadas en actividades extraescolares. Sin embargo, el dinero en juego es mucho, y varias asociaciones de padres y sindicatos creen que la Consejería de Educación debe ejercer mayor control sobre el destino que se da en algunos centros concertados -de titularidad privada pero que reciben subvenciones- a esas mensualidades.
El polémico debate, que suele levantar ampollas, ha saltado de nuevo a la palestra tras la demanda presentada en la Consejería de Educación por unos padres del colegio Antonio Nebrija, que han denunciado al centro por «impedir a su hijo asistir a la ceremonia de graduación como represalia por no estar al corriente de las cuotas del APA, que ascienden a 170 euros todos los meses».
La ley da cobertura a las asociaciones de padres de alumnos de los colegios, ya sean públicos o privados, que cobren a las familias asociadas una cuota mensual. Ese dinero debe dedicarse a actividades extraescolares -y no en horario lectivo-, y la inscripción de las familias en las entidades debe ser voluntaria. El dinero que recaudan las Ampas se debe dedicar a organizar actividades extraescolares -nunca relacionadas con la programación del aula-, como excursiones, talleres, cursos o clases de idiomas.
Sin embargo, denuncian la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos y varios sindicatos, este sistema se desvirtúa en «muchos centros concertados, que se amparan en el sistema para reclamar a las familias cuotas desorbitadas, de hasta 200 euros todos los meses, y que no son oficialmente obligatorias pero que en la práctica sí que lo son», denuncian Sterm, Comisiones Obras, la FAPA y UGT. Otros colectivos de padres, como la Confederación Católica de Padres Concapa, insisten en que los padres que no quieren abonar las mensualidades «no lo hacen sin consecuencias». Según los cálculos de los sindicatos, sólo en el 50% de los colegios concertados de la Región las Ampas cobran mensualidades o cuotas voluntarias. El resto, se financian en exclusiva con las subvenciones que reciben de la Comunidad.
Pero, ¿qué pasa si una familia decide no pagar? En la mayoría de los colegios, públicos o concertados, nada; cuando los padres no socios quieren participar en alguna actividad organizada por el Ampa, como una excursión, la abonan aparte y ya está. Sin embargo, los sindicatos denuncian que en algunos «los padres pueden sufrir represalias o se puede excluir a su hijo de determinadas actividades. En algunos centros se han negado, por ejemplo, a facilitarles el uniforme reglamentario», denuncian el Sterm y CC OO.
La Consejería de Educación no considera que haya necesidad de intensificar la vigilancia sobre el cobro de cuotas, ya que apenas recibe demandas por ese motivo, y estima que el control que realiza la Inspección cuando se registra alguna denuncia es suficiente.
El polémico debate, que suele levantar ampollas, ha saltado de nuevo a la palestra tras la demanda presentada en la Consejería de Educación por unos padres del colegio Antonio Nebrija, que han denunciado al centro por «impedir a su hijo asistir a la ceremonia de graduación como represalia por no estar al corriente de las cuotas del APA, que ascienden a 170 euros todos los meses».
La ley da cobertura a las asociaciones de padres de alumnos de los colegios, ya sean públicos o privados, que cobren a las familias asociadas una cuota mensual. Ese dinero debe dedicarse a actividades extraescolares -y no en horario lectivo-, y la inscripción de las familias en las entidades debe ser voluntaria. El dinero que recaudan las Ampas se debe dedicar a organizar actividades extraescolares -nunca relacionadas con la programación del aula-, como excursiones, talleres, cursos o clases de idiomas.
Sin embargo, denuncian la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos y varios sindicatos, este sistema se desvirtúa en «muchos centros concertados, que se amparan en el sistema para reclamar a las familias cuotas desorbitadas, de hasta 200 euros todos los meses, y que no son oficialmente obligatorias pero que en la práctica sí que lo son», denuncian Sterm, Comisiones Obras, la FAPA y UGT. Otros colectivos de padres, como la Confederación Católica de Padres Concapa, insisten en que los padres que no quieren abonar las mensualidades «no lo hacen sin consecuencias». Según los cálculos de los sindicatos, sólo en el 50% de los colegios concertados de la Región las Ampas cobran mensualidades o cuotas voluntarias. El resto, se financian en exclusiva con las subvenciones que reciben de la Comunidad.
Pero, ¿qué pasa si una familia decide no pagar? En la mayoría de los colegios, públicos o concertados, nada; cuando los padres no socios quieren participar en alguna actividad organizada por el Ampa, como una excursión, la abonan aparte y ya está. Sin embargo, los sindicatos denuncian que en algunos «los padres pueden sufrir represalias o se puede excluir a su hijo de determinadas actividades. En algunos centros se han negado, por ejemplo, a facilitarles el uniforme reglamentario», denuncian el Sterm y CC OO.
La Consejería de Educación no considera que haya necesidad de intensificar la vigilancia sobre el cobro de cuotas, ya que apenas recibe demandas por ese motivo, y estima que el control que realiza la Inspección cuando se registra alguna denuncia es suficiente.