La Diócesis de Cartagena publica los nombramientos y cambios de destino de 28 sacerdotes de toda la Región
10.07.12 - 00:35 -
G. HERMIDA | MURCIA./ La Verdad
NOMBRAMIENTOS
Abarán: Francisco García cesará como párroco de San Juan Bautista en septiembre. Su lugar lo ocupará Antonio Castaño.
Totana: Juan Francisco Ortega cesa como vicario de Santiago El Mayor; lo sustituye en el cargo Ramón Mitogo.
Ulea: José María Hidalgo cesa en San Bartolomé, le sustituye Antonio Miguel Hernández, que también asume La Asunción de Villanueva.
Molina de Segura: Diego Romera, del Corazón de Jesús de La Ribera, será sustituido por Antonio Aguilar, procedente de San Bartolomé de Beniel. Allí le sustituye Antonio Guardiola.
Cehegín: Serafín Campoy cesa en Santa María Magdalena y pasa al Rosario de Puerto Lumbreras.
Moratalla: Manuel Jiménez Hidalgo pasa a Cehegín, siendo sustituido por Fernando Nadal.
Los púlpitos de la Región, al igual que los banquillos de los clubes de fútbol, suelen andar revolucionados con la llegada del verano. La Diócesis de Cartagena hacía público ayer un comunicado en el que se especificaban algunos de los cambios que las parroquias de la Región van a sufrir en las próximas semanas. En concreto, el listado de nombramientos -rubricados por el obispo, José Manuel Lorca Planes ayer mismo- incluye hasta 28 cambios, muchos de ellos en municipios de la Región.
Así, en Abarán, Totana, Ulea, Villanueva, Molina de Segura, Beniel, Cehegín y Moratalla, los fieles deberán acostumbrarse a nuevos párrocos en las congregaciones de San Juan Bautista, Santiago El Mayor, San Bartolomé, La Asunción, Corazón de Jesús, San Bartolomé y Santa María Magdalena, respectivamente. Además de estos cambios en los municipios, la orden del obispo incluye también nombramientos varios y nuevos destinos para parte de su grey.
La Purísima, de Balsapintada, San Antonio, de Lobosillo, y La Purificación de María, de Valladolises, estrenan a Eugenio Azorín como pastor, que a su vez cede el testigo de las parroquias de la Purificación, de Barranda, Santos Cosme y Damián, de Poyos y Junquera, y La Purísima, de Singla, a Juan Francisco Ortega, que estaba destinado en Totana. También cambian de cura en Nuestra Señora de Cortes (Nonduermas), donde Joaquín Miguel Mellinas deja paso a Juan José Noguera.
En la capital del Segura también se producen otros notables cambios. Francisco José Azorín cesa como párroco de La Algaida y pasa a formador de los Seminarios Diocesanos San José y San Fulgencio, además de ocupar el cargo de archivero en la Secretaría General del Obispado.
Destino Roma
También en Murcia, Ramón Navarro cesa como vicario parroquial de la Purísima Concepción, de El Palmar, y pasa a ocupar el mismo puesto pero en San Juan de Ávila, de Murcia. Uno de los cambios que llama la atención es el cese de Antonio Jiménez en San Francisco Javier, de San Javier. Jiménez no ocupará otra parroquia, sino que se traslada a Roma a estudiar la licenciatura en Catequética en la Universidad Pontificia Salesiana.
También en Cartagena hay cambios, centrados en la parroquia de María Auxiliadora de Los Dolores. Allí cesan Javier Zudaire como párroco y Miguel Ángel Erviti como vicario Parroquial, ocupando este último el cargo de párroco y dejando como vicario a Francisco Javier Cánovas. En Lorca, Luis Gomariz deja El Carmen y estará de tiempo sabático, siendo sustituido por Juan José Torreglosa. En la Ciudad del Sol, precisamente, Lorca Planes ordenó como presbítero a Francisco José Parra en la iglesia de San Francisco. Allí, el obispo señaló «la belleza del don del sacerdocio, que como decía el beato Juan Pablo II, es el misterio de un maravilloso intercambio entre Dios y el hombre».
Lorca Planes añadió que «a los sacerdotes que yo conozco no les importa perder su vida por Cristo y por la Iglesia, porque ya la tienen entregada». Ahora queda por ver como acogen este baile de párrocos sus respectivas congregaciones.