martes, 29 de junio de 2010

La CAM teme que Cajastur controle la fusión con el aval del Banco de España

Aumenta el malestar en la caja por las pretensiones de la entidad de Oviedo para ejercer el control del SIP, bajo el mando de Menéndez, hasta 2022
29.06.10 - 01:19 -
ZENÓN GUILLÉN ALICANTE./ la Verdad

La operación de integración de CAM con Cajastur, Cajacantabria y Caja Extremadura conlleva más quebraderos de cabeza de lo que muchos imaginaban. Los primeros detalles del protocolo de intenciones del SIP evidenciaban que la entidad asturiana, pese a ser mucho más pequeña de tamaño que Caja Mediterráneo, se situaba con el mismo peso en la alianza y, además, su presidente, Manuel Menéndez, se convertía en el hombre fuerte para ejercer el control ejecutivo de la entidad resultante.
Lo que sucede ahora es que en el momento de redactar el contrato definitivo de la fusión fría, la entidad asturiana exige más garantías para reforzar su poder. En la caja alicantina no están dispuestos a tolerar más cesiones, aunque es evidente que existe el temor a que el Banco de España avale a Cajastur, a quien le he dado galones en el proceso.
Fuentes financieras aseguran que Menéndez quiere blindar su autoridad y asegurarse el mando en el tiempo. Para ello habría planteado que el contrato de fusión definitivo -que deben ratificar definitivamente las asambleas generales de todas las cajas-, contemple una fórmula que le garantice ostentar el cargo de consejero delegado del nuevo banco hasta el año 2022, o en su caso, otro candidato promovido desde Oviedo. Hay que tener en cuenta que el pacto inicial contempla seis años de mandato, los mismos que para la presidencia que ocuparía Modesto Crespo, un cargo meramente representativo, como el que ya ejerce como presidente de CAM. El mecanismo planteado sería una prórroga en el cargo por seis años más, en el caso de que no hubiera un consenso entre los dos grandes socios.
El malestar en la cúpula de CAM es más que evidente, ya que no esperaban encontrarse con problemas en este momento decisivo en el que se tiene que poner la letra pequeña al contrato del SIP.
Los acuerdos iniciales sirvieron para asumir un reparto equilibrado del nuevo banco resultante, en el que la CAM y Cajastur tendrán un 40% de participación cada una, frente al 11% de Caja Extremadura y el 9% de Cajacantabria. Además, se pactó que el dirigente asturiano sería el consejero delegado, mientras que la presidencia la ostentaría Modesto Crespo, un cargo meramente representativo.