La Unión Europea retira la indicación geográfica y la denominación de origen protegida a ambos productos
07.06.10 - 01:21 -
LOLA GUARDIOLA / La Verdad
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LOLA GUARDIOLA / La Verdad
El 'delicatessen' del melón del Campo de Cartagena no ha cumplido las expectativas de los organismos comunitarios. Es lo que cabe deducir de la notificación que la Comisión Europea ha realizado a la Consejería de Agricultura y a la Asociación de Productores y Comercializadores de Melón de Torre Pacheco.
Ambas entidades, que en abril de 2008 consiguieron que la UE incluyera provisionalmente al melón de Torre Pacheco en una figura denominada Indicación Geográfica Protegida (IGP), han recibido ahora «con desilusión» la resolución definitiva, según reconoció Félix Garre, el ya ex secretario del Consejo Regulador.
La comunicación, muy escueta, dice que «no se cumplen los requisitos» del artículo 5 del Reglamento 510/2006. En él, entre otras cosas, se habla de características «físicas, químicas, microbiológicas u organolépticas del producto»; elementos que prueben que es «originario» de la zona; la descripción de los métodos de obtención «locales, cabales y constantes»; y «el vínculo entre la calidad y la reputación con el medio geográfico».
Sin embargo, fuentes comunitarias consultadas por 'La Verdad' aseguraron que los funcionarios europeos no han podido constatar «diferencias notorias de calidad respecto a otros melones de España y el Norte de África». Otro factor que ha pesado en contra, y no menor, con el que asiente Félix Garre, ha sido presentar a la IGP todas las variedades que se cultivan en el campo de Cartagena: piel de sapo, amarillo, cantalupo y galia. «Si la hubiésemos pedido sólo para el piel sapo, quizá estaríamos ahora hablando de una resolución positiva, porque ese melón sí es típico de aquí y no los galia o cantalupo».
Por ello, la Asociación de Productores y la Universidad Politécnica de Cartagena están ya trabajando para formalizar nueva documentación y conseguir que Europa reconozca el «sabor y la distinción» del melón piel de sapo. En esta ocasión, asegura Garre, cabe esperar que no se repitan «presiones» de determinadas regiones francesas, contrarias a que se le otorgue al Campo de Cartagena este distintivo de calidad.
La documentación que se envió en 2008 a Europa decía que el melón de Torre Pacheco se caracteriza por su «dulzor, jugosidad, sabor, y una pulpa más dura que permite que una vez cosechados, logren mantener esas cualidades durante mayor tiempo». Estas características, se argumentaba, se deben a «la influencia del medio geográfico y a las prácticas de cultivo que tradicionalmente han realizado los agricultores».
También la uva de Espuña
La Región de Murcia destina actualmente unas 5.700 hectáreas al cultivo del melón, y cuenta con una producción de 225.000 toneladas. Torre Pacheco dedica 700 hectáreas, para un total de 25.000 toneladas. La zona de producción de la extinta IGP abarcaba la comarca de Cartagena y pedanías murcianas limítrofes como Avileses, Baños y Mendigo, Corvera, Gea y Truyols, Lobosillo, Los Martínez del Puerto, Valladolises y Sucina.
A la uva de Espuña le ha pasado lo mismo. Bruselas le ha denegado finalmente la Denominación de Origen Protegida (DOP), que fue concedida provisionalmente en abril de 2009. Como en el caso del melón de Torre Pacheco, la Consejería de Agricultura había emitido una decisión favorable a esa inscripción.
La organización agraria COAG fue la que promovió esta Denominación. Su presidente en Totana, Isidoro Cayuelas, se mostró «decepcionado» por esta negativa y exigió que la Consejería «dé una explicación de lo que ha pasado, porque nuestra uva tiene categoría para tener la DOP».
Cayuelas asegura que «se le advirtió a la Consejería que había que cambiarle el nombre a la Denominación y hacer mucho hincapié en la calidad y el carácter genuino de nuestra variedad, llamada Dominga».
En la documentación enviada a la Comisión Europea, la Consejería señalaba que «la uva es de variedad Dominga, destinada al consumo en fresco, y que se produce en los municipios de Aledo, Alhama de Murcia y Sotana».
Al describirla, se afirmaba que «el racimo suele nacer en las tres primeras yemas, y es de tamaño grande a muy grande, de 0,5 a 3 kilos, aproximadamente, llegando en muchos casos a los 5». Sobre su origen histórico, parece ser que se remonta a 1910, «en una parra que Domingo de María Molina tenía en la puerta de su casa en el paraje de La Fontanilla, del término municipal de Aledo».