El gran eje ferroviario necesitará 177.000 millones de euros de inversión, 8.000 en Murcia, para hacerse realidad en el 2025
M. BUITRAGO MURCIA / La Verdad
M. BUITRAGO MURCIA / La Verdad
¿Puede recorrer un cargamento de lechugas la distancia entre Murcia y Rotterdam en menos de 24 horas? ¿Y un contenedor con juguetes chinos que se desembarque en el Puerto de Cartagena? Ahora es imposible. El camión gana por goleada. Un tren de mercancías tarda tres o cuatro días en llegar al corazón de Europa, razón por la cual España está a la cola en el transporte de mercancías por ferrocarril, ya que apenas mueve sobre los raíles el 3% de sus productos. Esta situación puede cambiar a partir del año 2020 si el lobby de Ferrmed -formado por decenas de empresas e instituciones del continente- consigue vender a la Comisión Europea y a los gobiernos nacionales y regionales el gran eje transeuropeo que integra la totalidad de Corredor Mediterráneo, desde Gerona hasta Algeciras. En el caso de la Región de Murcia se puede mandar al centro de Europa muchos contenedores que entran por el puerto de Cartagena, así como parte de la producción hortofrutícola, aunque está el hándicap de la inmediatez y de la conservación en frío.
Los responsables de Ferrmed presentaron ayer en Murcia las conclusiones del estudio socioeconómico realizado en los dos últimos años por doce consultores de otros tantos países, según el cual el área comprendida por la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Almería se puede convertir en una zona logística comparable a los países del Benelux debido a su enorme potencial de transporte, con la consiguiente creación de empleos. El secretariogeneral de Ferrmed, Joan Amorós, subraya que el fortalecimiento de las mercancías por ferrocarril reducirá las emisiones de CO2 en unas 900.000 toneladas anuales, en proporción al número de camiones en carretera. Este ahorro representaría el 10% de las emisiones totales del sector.
¿Quién paga?
Éste es uno de los pilares del eje que unirá Escandinavia con Algeciras a través de los valles del Rin y del Ródano, que pretende incrementar hasta el 35% el movimiento de mercancías por ferrocarril. La inversión necesaria para adaptar las redes ferroviarias asciende a 177.764 millones de euros, de los que 35.000 correponderían al Corredor Mediterráneo español. De esta cantidad, 8.000 millones son los que necesitaría la Región de Murcia para instalar vías específicas para trenes de mercancías de ancho europeo, electrificadas y con velocidades competitivas.
Joan Amorós y el consejero de Obras Públicas, José Ballesta, destacan que la tasa de rentabilidad del proyecto es del 11%, con unos beneficios de más de 500.000 millones de euros en el periodo del 2016 al 2045. La financiación estaría a cargo de los Estados miembros de la UE (50%), del Banco Europeo de Inversiones (30%) y de participaciones públicas y privadas, donde entrarían las comunidades autónomas y empresas privadas.
Ferrmed propone una lista de 100 acciones concretas para modernizar toda la red en el año 2025. Amorós destacó la importancia estratégica de este eje ferroviario que conectará con el Norte de África y que enlazará las principales plataformas logísticas de Europa, combinando puertos con transportes por carretera. El proyecto se presentó el pasado día 27 en Bruselas y ya cuenta con el respaldo del Parlamento Europeo, del Congreso de los Diputados y del ministro de Fomento José Blanco. El siguiente paso se dará el próximo verano, cuando la Comisión Europea revise los ejes de transportes y lo incluya en su mapa prioritario de inversiones. En este sentido, Amorós y Ballesta incidieron ayer en que la presidencia española de la UE sirva para dar el paso definitivo.
Amorós insistió en que este proyecto es un revulsivo para que España salga antes de la crisis económica. Apostó porque se invierta en este sistema de transporte por la alta rentabilidad económica que tiene en el mediterráneo español y por su capacidad de generar empleos. Joan Amorós lamentó que, en la actualidad, sólo entren en España 23 trenes de mercancías procedentes del resto de Europa, en lugar de hacerlo 250 convoyes.