martes, 10 de noviembre de 2009

REGIÓN/ El frío entra con un bajón de ocho grados en sólo 24 horas y vientos de hasta 115 km/h.

Las fuertes rachas arrancaron el techo de la piscina de Espinardo y provocaron decenas de salidas de los bomberos por caídas de árboles, toldos y cornisas
10.11.09 -
F. C / LA VERDAD MURCIA / La Verdad
De la manga corta a la bufanda en apenas unas horas. Los murcianos despertaron ayer a la primera mañana otoñal de la temperada, que les recibió con fuertes rachas de viento que llegaron a alcanzar los 115 kilómetros por hora en Yecla. En apenas 24 horas, los murcianos pasaron de los casi 29 grados que llegó a marcar el mercurio el sábado a los 20 que se registraron desde la noche del domingo. Sin embargo, las temperaturas propias del otoño apenas se mantendrán unos días, ya que el fin de semana volverán a marcarse hasta 25 grados de nuevo, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La Región estuvo ayer todo el día en alerta naranja (riesgo importante) por el fuerte viento que comenzó a soplar de madrugada, y se llevó por delante árboles, toldos, placas solares, plásticos de invernadero y hasta la carpa de lona que cubre el techo de la piscina de la pedanía murciana de Espinardo, donde no se encontraba ningún usuario a la hora del suceso. La piscina quedó clausurada por la tarde, y los técnicos desconocían ayer si podría abrir hoy. Las rachas de viento, que alcanzaron los 115 kilómetros por hora en el Altiplano, llegaron a los 87 kilómetros hora en San Javier y a los 75 kilómetros hora en Murcia, y obligaron a Bomberos, Policía y Protección Civil a realizar un centenar de salidas.
El suceso más grave se registró poco después de las siete de la mañana, cuando un hombre recibió un fuerte golpe en el tórax, provocado por el impacto de una rama que cayó sobre el coche que conducía por la carretera N-301, entre las diputaciones cartageneras de Miranda y El Albujón. El hombre fue trasladado al hospital del Rosell.
Bomberos y Policía tuvieron que intervenir para retirar numerosas ramas caídas, entre ellas, un árbol que quedó derribado en la calle Torre de Romo y otro en la calle Greco. Un pino de grandes dimensiones cayó también a apenas medio metro de las aulas prefabricadas del Instituto de Roldón, en Torre Pachecho. El suceso ocurrió durante la madrugada, y los alumnos tuvieron que ser reubicados en otras aulas. En el centro cívico de Roldán el viento también arrastró una valla.
En Ceutí, una instalación de energía fotovoltaica valorada en más de 70.000 euros situada en la tercera planta de un edificio de la calle Bernardino Vigueras fue arrancada por la fuerza del viento cayendo sobre tres vehículos, dos de los cuales quedaron destrozados. Aunque la calle es muy frecuentada, a la hora del suceso no circulaba nadie por ella. La calle quedó acordonada. En el polígono industrial de Ceutí el viento despegó todas las cristaleras de la quinta planta de un edificio de oficinas. Los trabajos de limpieza obligaron a cortar la Avenida de España.
8º de mínima y 100 emergencias