domingo, 3 de octubre de 2010

REGIÓN/ Fiscalía redobla la lucha contra la corrupción al duplicar la plantilla dedicada a investigar


Tres nuevos fiscales, que se incorporan en diciembre, se sumarán a los tres que combaten desde hace años los delitos de guante blanco
03.10.10 - 00:32 - RICARDO FERNÁNDEZ MURCIA. /La Verdad

Cerca ya de cumplirse cinco años desde su toma de posesión como fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia, Manuel López Bernal ha renovado ahora el compromiso que entonces asumió de dedicar buena parte de su esfuerzo personal, y también del grupo de fiscales que dirige, a combatir los delitos de guante blanco. A luchar contra la corrupción enquistada en la Administración pública.
«En diciembre se incorporarán tres nuevos fiscales a esta plantilla y voy a dedicarlos a los tres a esa tarea», ha confirmado López Bernal, que con esa decisión duplicará el número de efectivos dedicados a esa tarea. En la actualidad, los fiscales liberados para dirigir todos sus esfuerzos a combatir la corrupción son José Luis Díaz Manzanera, como responsable de perseguir los delitos urbanísticos y contra el medio ambiente; Juan Pablo Lozano, como fiscal anticorrupción, y Jaime Sánchez Nogueroles, como fiscal de delitos económicos, contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social.
A partir de diciembre, cada uno de ellos contará con un nuevo compañero, que contribuirá a agilizar las muchas investigaciones sobre esa materia que la Fiscalía tiene abiertas. Aunque el número exacto de asuntos de corrupción sobre los que está centrada la atención de estos fiscales casi parece secreto de Estado, fuentes de esa institución señalan que son una quincena los asuntos ya 'judicializados', entre los que se encuentran algunos tan relevantes como La Zerrichera, 'caso Tótem', 'caso Ninette', 'caso Biblioteca', 'Operación Barraca', 'caso Torre Pacheco', 'caso Ceutí'...; cerca de un centenar los que están en plena fase de investigación por parte de los fiscales y que finalmente serán enviados a los juzgados (por medio de denuncia o querella) o sobreseídos; y varias decenas más los casos sobre los que todavía se está pendiente de iniciar diligencias informativas.
El elevado número de asuntos vinculados a la corrupción -Murcia está a la cabeza de España en cifras absolutas de investigaciones abiertas- ha obligado a López Bernal a redoblar la plantilla destinada a esta materia, con el fin de minimizar el riesgo de que alguno de los casos tenga que ser archivado por haber prescrito; algo que, al menos hasta ahora, no se ha producido.
Más parece preocupar al fiscal jefe, sin embargo, la escasez de agentes especializados con los que cuentan la Policía Nacional y el Cuerpo Nacional de Policía, que se está traduciendo en una importante ralentización de las investigaciones en curso. «Si no queremos que los retrasos en la tramitación de estas causas derive en una falta de credibilidad de la Justicia, es imprescindible que se amplíe generosamente el número de miembros de los grupos policiales especializados en esta delincuencia, que ha día de hoy resultan manifiestamente insuficientes», advirtió el fiscal jefe el pasado lunes, en su discurso de apertura del Año Judicial.
López Bernal saludó con agrado la reciente reforma del Código Penal, por la que se amplía de 3 a 5 años el plazo de prescripción de determinados delitos, de muy compleja investigación, por la que se aumentan las penas para delitos de cuello blanco y por la que, igualmente, se establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas (sociedades mercantiles y de otro tipo), «bajo cuyo manto protector se oculta la delincuencia organizada».
Por último, el máximo responsable de la Fiscalía murciana alertó de que «a los poderes públicos corresponde liderar la lucha contra la lacra de la corrupción, que no conoce de ideologías, evitando que en la conciencia social se instale la falsa e injusta idea de que todo poder es, por definición, corrupto». Y advirtió de que acabarían por socavarse los cimientos del Estado de Derecho si este tipo de comportamientos corruptos siguen germinando «con la pasiva aquiescencia de todos».