domingo, 29 de marzo de 2009

MURCIA/ Cinco mil católicos marchan contra el aborto

Numerosos movimientos cristianos y dirigentes del PP se suman a una protesta en la que se pidió «no convertir en derecho un delito»
29.03.09 -
J. P. PARRA MURCIA/ la Verdad
Los católicos murcianos se movilizaron ayer contra la reforma de la Ley del Aborto prevista por el Gobierno central. A la llamada del Obispado, que organizó la marcha, acudieron varios miles de fieles. La bautizada como procesión por la vida volvió a demostrar la capacidad desarrollada en los últimos años por los movimientos cristianos conservadores para llevar a la calle su oposición a los cambios legislativos propiciados por el Ejecutivo de Zapatero.
La marcha partió de la Redonda con puntualidad extrema, a las cinco y media de la tarde, y desembocó en la plaza de Belluga, donde a las siete comenzó una misa en defensa de la vida y en acción de gracias por la labor desarrollada por el obispo Reig Pla en Murcia.
La Policía Local contabilizó en un principio 2.000 participantes. Después, rectificó la cifra y la elevó a 20.000. El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, hizo suyo este último cálculo. En cualquier caso, puede servir de referencia para aproximarse a la realidad la capacidad de la plaza Belluga, que es de algo más de 5.000 personas, según recordaron fuentes del Obispado.
Una pancarta con el lema Bendito el fruto de tu vientre abrió la marcha, seguida de la Virgen de los Dolores. El recorrido hasta la Catedral estuvo marcado por el rezo del rosario.
Representación política
De nuevo, y como ya ocurrió en las movilizaciones contra el matrimonio gay o Educación para la Ciudadanía, el PP marchó al lado de la Iglesia. Ya el día anterior el Gobierno regional había anunciado su apoyo a los manifestantes, y ayer pudo verse en las primeras filas de la procesión a José Antonio Ruiz Vivo, portavoz del PP de la Región, quien aseguró que «la nueva ley del Aborto es una estrategia de Zapatero para desviar la atención del verdadero problema de la sociedad, que es el paro». Vivo aseguró que «nos oponemos a esta ley, sobre todo a cosas tan inconcebibles como que una niña de 16 años no pueda comprar tabaco pero sí pueda abortar».
También se manifestaron José Gabriel Ruiz, vicesecretario sectorial del PP, la vicepresidenta primera de la Asamblea Regional, Belén Fernández Delgado, el concejal de Economía del Ayuntamiento de Murcia, Joaquín Moya-Angeler, y el consejero de Obras Públicas, José Ballesta, aunque este último quiso recalcar que acudía «a título personal».
Hazte Oír y los 'kikos'
Algunos manifestantes criticaron las «contradicciones» del PP por no revisar en sus ocho años de gobierno la actual legislación del aborto, que data de los tiempos de Felipe González y que también fue muy criticada en su día por la Iglesia. Juan Antonio Fernández, delegado en la Región de la plataforma derechoavivir.org, vinculada a la organización radical Hazte Oír, se preguntó por qué «las comunidades gobernadas por el PP subvencionan el aborto, y por qué Murcia tiene uno de los porcentajes más altos» de interrupciones del embarazo. Ruiz Vivo contestó a estas críticas que «el PP no trajo a España esa ley, y no la tocó cuando llegó al gobierno para no crear una fractura social. En todo caso, yo a nivel personal estoy en contra de todo aborto, y a favor de apoyar a las madres».
A la protesta acudieron los movimientos católicos conservadores con más peso en la Región, como los neocatecumenales, también conocidos como kikos. Patricio Garrido, miembro de esta comunidad, acudió con sus doce hijos. «Si empezamos por el aborto terminaremos matándonos a diestro y siniestro. La madre Teresa ya advirtió de que la tercera guerra mundial vendría cuando las madres consintiesen el aborto». Garrido aseguró que «Zapatero quiere destruirlo todo y arremete contra todo, especialmente contra los católicos».
Numerosos representantes de distintas cofradías recorrieron el camino entre la Redonda y la Catedral al rezo del rosario. Después de la polémica por el uso de lazos blancos contra el aborto en las procesiones -posibilidad que finalmente se ha desestimado- los cofrades recordaron su «compromiso» con la lucha contra la reforma de la ley.
Si bien en la cabeza de la procesión predominó el carácter religioso del acto, en su desarrollo pudieron verse algunas pancartas de organizaciones extremistas como Democracia Nacional, e incluso carteles que identificaban a Zapatero con Hitler.