González Tovar recibió duras críticas de varios dirigentes, que llegaron a pedir que se debatiera su sueldo y el estado de cuentas del partido
07.10.12 - 01:04 -
J. MOLLEJO | MURCIA./ la Verdad
Seis horas de reunión del Comité Regional del PSRM, tensas y a cara de perro, sirvieron para demostrar que siguen abiertas las heridas surgidas en el pasado congreso regional, celebrado en marzo, y que las divisiones dentro de la organización son profundas.
El secretario general del PSRM, Rafael González Tovar, se enfrentaba ayer al primer Comité Regional, máximo órgano entre congresos, tras el cónclave en el que fue elegido con el 37% de los apoyos y cinco votos de diferencia, y comprobó que en los siete meses de gestión que lleva al frente del partido no ha logrado vencer las reservas con las que llegó.
Tovar se había planteado que el Comité Regional sirviera para dinamizar la actividad política del PSRM. En su intervención inicial explicó que «los socialistas nos sentimos plenamente legitimados para luchar con el pueblo en la defensa del estado del bienestar que el PP está desmantelando, y lo vamos a seguir haciendo codo con codo con la gente, con los sindicatos y con las organizaciones sociales y ciudadanas».
Afirmó que el partido «está poniéndose a punto para ser alternativa real de gobierno en la Comunidad Autónoma», por lo que «estamos trabajando a tope, y así va a seguir, entregados a la sociedad, al bienestar de los ciudadanos, a la libertad, la justicia y la solidaridad».
Sin embargo, pronto vio que sus mensajes caían en saco roto para buena parte de los asistentes. Para empezar, el exalcalde de Alhama, José Espadas, propuso una mesa de dirección del Comité alternativa a la presentada por la ejecutiva, y pidió que la votación para elegir entre ambas fuera en secreto. La oposición interna a la dirección regional pretendía con ello forzar un pulso y medirlo en votos, para dejar claro que el rechazo a González Tovar no era testimonial. Sin embargo, al no aceptarse la votación secreta Espadas retiró su propuesta y la mesa quedó compuesta por José María García, Juan Guardiola y Nicolás García Tomás, tal y como pretendía la ejecutiva.
Un partido «desorganizado»
La segunda muestra de disensión se produjo en las propuestas presentadas a la mesa, como la realizada por la agrupación de Totana, que pidió que la liberación del secretario general y el sueldo que cobra del partido fuera incluido para su debate en el orden día, al igual que el estado contable y laboral de la organización. A causa de la premura de tiempo con que se formularon, estos puntos se dejaron para el próximo Comité Regional.
El turno de ruegos y preguntas, que permitió la intervención de más de veinte asistentes, volvió a mostrar las divisiones internas. Tomaron la palabra Roberto García, alcalde de Beniel, y Joaquín López, diputado regional, los dos candidatos que disputaron a Tovar la secretaría general, para criticar la actuación de la ejecutiva en su respuesta a la crisis y en la reorganización interna desarrollada en los últimos meses. También se oyeron duras críticas de Pedro López, líder del PSOE en Murcia, por citar solo algunos de los dirigentes que subieron a la tribuna.
La gestión de la ejecutiva fue elogiada por varios intervinientes, se aprobaron las cinco resoluciones presentadas y Tovar logró que la comisión de listas que propuso saliera adelante sin oposición.
Sin embargo, a juzgar por alguno de los asistentes, la reunión, que se inició sobre las diez de la mañana y acabó casi a las cuatro de la tarde, dejó un sabor amargo. «Ha sido muy tensa, se han sacado los cuchillos a las primeras de cambio. No es bueno que una ejecutiva inicie su mandato de esta manera», comentó después uno de los asistentes.
Entre tanto resquemor interno, las acusaciones lanzadas por el secretario general al PP de «utilizar a los ciudadanos como conejillos de indias para sus experimentos económicos», apenas tuvieron eco.