La crisis, los problemas técnicos y la falta de medios impiden a los ayuntamientos colaborar con Tráfico
A pesar de que en la Región existen trece ayuntamientos dotados de medios técnicos para controlar la velocidad del tráfico rodado en sus términos municipales, lo cierto es que solo dos consistorios han confirmado a la Jefatura Provincial de Tráfico su participación en la campaña especial de velocidad.
En concreto, los de Águilas y San Pedro del Pinatar. El resto de las administraciones de Murcia, Cartagena, La Unión, Los Alcázares, Mazarrón, Caravaca de la Cruz, Cieza, Torre Pacheco, San Javier, Lorca y Molina de Segura, en algunos casos no se han pronunciado, y en otros han declinado participar, a pesar de la invitación expresa de la Dirección General de Tráfico (DGT) a través de la Jefatura Provincial de Murcia.
Los motivos esgrimidos para no colaborar en esta campaña, que pretende concienciar a los conductores de que superar lavelocidad máxima en carretera un 5% aumenta un 20% las posibilidades de sufrir un accidente mortal, son dispares pero abundan las cuestiones económicas, las técnicas e incluso la falta de medios.
Desde el Ayuntamiento de Murcia la edil de Seguridad, Nuria Fuentes, aclara que «formalmente no nos ha llegado ninguna invitación pero en cuanto tengamos constancia, no tendremos inconveniente en participar». Fuentes recuerda que «nosotros realizamos nuestras propias campañas para complementar las inicitivas de la DGT».
Pese a la lista 'de bajas' municipales, la campaña se inició ayer y se prolongará hasta el próximo 26 de agosto en las carreteras, por lo que el Jefe Provincial de Tráfico, Víctor Sales, recordó que «todavía hay tiempo de que se sumen ya que no todos los ayuntamientos han respondido». De momento, tráfico empezó a controlar desde ayer la velocidad de 25.000 conductores con los 16 radares fijos y seis móviles, cuatro de la propia jefatura y los dos correspondientes a los consistorios de Águilas y San Pedro del Pinatar. Las vías más sensibles a esta campaña serán las autovías del Mediterráneo (A-7) y la de Cartagena-Albacete (A-30), cada una con cuatro dispositivos fijos. Víctor Sales subraya que las carreteras secundarias también estarán muy controladas, «porque es donde se concentran más accidentes».
En lo que va de año, las vías interurbanas de la Región han registrado 19 fallecidos y las urbanas 7. Es decir un total de 26 víctimas mortales, frente a los 42 muertos de 2011. Sales matiza que «el 70% de las víctimas mortales se produjeron en carreteras secundarias, muchos de ellas por exceso de velocidad. Pero si los límites de velocidad no se imcumplieran, reduciríamos un tercio el número de fallecidos».
El 2,33% supera la velocidad
En la Región han sido sancionados 84.177 conductores por pisarle de más al acelerador. Pese a todo los datos no son del todo negativos, ya que la campaña de velocidad 2011 controló a 21.501 vehículos, de los cuales solo el 2,33% excedió la velocidad máxima permitida. Una cifra que según el Jefe Provincial de Tráfico, «demuestra que aquí la gente cumple».
La campaña se desarrollará paralelamente en 25 países europeos y solo en España se controlarán 2.000 tramos de carretera, a razón de 100.000 vehículos diarios. Hasta la fecha 170 personas han fallecido en 175 accidentes mortales en las carreteras españolas, y en el 27% de los casos «la velocidad influyó como desencadenante o como factor concurrente en los fallecimientos. De ahí que el ojetivo sea lograr que los conductores reduzcan la velocidad media», subrayó Sales. En concreto se pretende que adapten la velocidad a las características de la carretera, la climatología, el cansacio y el estado de ánimo del conductor. De lograr una reducción de la velocidad media, ésta conllevaría efectos positivos para el peatón.
En caso de atropello, según la DGT, «a partir de 80 kilómetros por hora es imposible que un peatón salve su vida, si la velocidad no supera los 30 kilómetros, el riesgo de muerte se reduce al 10%». Valga como ejemplo que transitando a 120 kilómetros por hora, para lograr detener un turismo necesitaríamos la distancia de un campo de fútbol. Lo mejor será no perder de vista el cuentakilómetros.