El picudo negro, la plaga que acaba con las piteras, también comienza a hacer estragos en la Región
La Verdad
Solo era cuestión de tiempo, puesto que en la Vega Baja alicantina ya llevan un tiempo dejando cadáveres vegetales: el picudo negro, el coleóptero que devora las piteras con tanta saña como su ‘primo’ rojo se merienda las palmeras, también se está dejando notar en la Región. De momento, la franja litoral de Cartagena es la zona donde más claramente pueden comprobarse los efectos de este escarabajo que se introduce en la planta y la consume desde el interior. Por si fuera poco, el ‘Scyphophorus acupunctatus’ es portador de la bacteria ‘Erwina carotovora’, que corrompe rápidamente la pitera. El efecto de la plaga se puede comprobar ahora mismo en la carretera de Galifa, donde hay numerosos ejemplares muertos en el margen izquierdo de la calzada. También en algunos puntos del término municipal de Murcia hay piteras afectadas por el parásito.
Este escarabajo de pequeño tamaño, que no tiene alas pero avanza con rapidez, se ha convertido en la tercera plaga que amenaza la supervivencia del paisaje en amplias áreas de la Región, tal y como lo conocemos desde hace cientos de años. Primero llegó el picudo rojo –hace una década–, que ha obligado a eliminar miles de palmeras; después, la cochinilla de las paleras –ya es difícil encontrar una chumbera sana–; y desde hace unos meses, el picudo negro, que prácticamente deshace las piteras –llamadas también agaves o alcivaras–. Curiosamente, tres especies vegetales exóticas que están siendo derribadas por la voracidad de unos insectos que también han cruzado el ‘charco’.
La alarma social, sin embargo, no es comparable; mientras que las palmeras llevan más de mil años en la Región y están protegidas, las chumberas ‘solo’ nos acompañan desde hace varios cientos de años –se cree que vinieron de América en los galeones españoles–, y la presencia de las piteras, aunque no está documentada, se supone que es incluso más reciente. No tiene mayor interés ecológico para los expertos, que la consideran una planta exótica que incluso en algunos ecosistemas, como los dunares, se comporta como una agresiva invasora, según explica Jorge Sánchez, biólogo de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE).
En la Comunidad Autónoma tampoco hay gran preocupación por el avance de la plaga. De hecho, desde que se conoce la presencia del picudo negro en la Región solo se han producido dos demandas de información, según explicaron ayer a ‘La Verdad’ fuentes de la Consejería de Agricultura.
Sin embargo, la pitera sí es apreciada en Almería, donde existe una asociación cultural destinada a promover esta especie vegetal como recurso económico sostenible.