Fernando Molina Parra. Alcalde de Abanilla (PP)
Fernando Molina Parra. Alcalde de Abanilla (PP)
07.11.10 - 02:44 -
«Si tienes algo escondido, al final acaba apareciendo. Si tienes barriga, como la que yo tengo, no tiene sentido ir metiéndola, porque antes o después se te acaba viendo. Si quieren investigar mi patrimonio, que lo investiguen; no tengo nada que ocultar». Fernando Molina, profesor, director del Colegio Público Santísima Cruz de Abanilla y alcalde de esta localidad desde hace 23 años, asegura estar «totalmente tranquilo» pese a ser consciente de que la élite de los policías y de los inspectores fiscales están analizando al detalle, desde hace tres años, todo su patrimonio. Y ello en el marco de un asunto tan preocupante como el denominado 'caso Brugal', en el que aparece Ángel Fenoll aparece como uno de los principales imputados. Un empresario que tiene su planta de tratamiento de residuos en Abanilla y al que, admite Molina, en más de una ocasión y de dos le ha pedido que coloque en la empresa a algún vecino.
-¿Cómo se le queda el cuerpo a uno cuando se entera de que su patrimonio está siendo investigado, nada menos que como sospechoso en una operación como la 'Brugal'?
-Pues te quedas sorprendidísimo. Es que es algo que no entiendes. Ahí está mi patrimonio... Tengo lo que tengo y nada más, y todo está en mi declaración de bienes. Tengo lo que puede tener un matrimonio que lleva cuarenta años trabajando. Ni chalés, ni fincas...
-¿Cómo se enteró de la noticia?
-Me llamó un amigo, a las ocho y media de la mañana, que acababa de comprar 'La Verdad'. Como yo no controlo eso de internet, pues bajé a por el periódico. Me vi en la noticia, en la conversación que mantuve con Fenoll...
-Luego le preguntaré por esa conversación. ¿Me puede decir antes qué patrimonio tiene?
-Tengo mi casa de Abanilla... He estado a punto de traerle mi declaración de Hacienda y la de mi esposa... Pero, bueno, decía que tengo mi casa de Abanilla, la de toda la vida; luego, otro piso en Murcia, que compramos hace más de veinte años con el dinero de la venta de una casa de mi mujer en Cuenca, heredada de sus padres, y por último, otro piso en Murcia, que compramos hace unos cinco años y que estamos pagando con un préstamo de Cajamurcia de treinta millones de pesetas. Eso es lo que tengo. Bueno, debo aclarar que tengo separación de bienes desde hace años y a nombre de mi mujer están la casa de Abanilla y también el primer piso que compramos en Murcia.
-Y el último, el del año 2005, ¿ése está a su nombre?
-No. Tampoco. Siempre lo hemos puesto todo a nombre de mi mujer.
-Pues el día que lo eche de casa...
-Ese día me quedo con una mano detrás y otra delante... (se ríe). Le insisto, tenemos lo que tendría un matrimonio de maestros, con dos hijas, que lleva 40 años trabajando y que vive sin lujos. Tengo dos coches, uno con 23 años y otro con 12. Y mis vacaciones estivales consisten en irnos a La Almarcha a casa de los suegros.
-¿Entonces por qué piensa que le están investigando, que están sobre sus pasos?
-¡Es que no lo sé! ¡No tengo ni la menor idea! Se lo digo con toda la sinceridad del mundo. Ni idea.
-En sus conversaciones con Ángel Fenoll, ¿ha podido decir algo que le comprometa?
-En absoluto. Le voy a decir una cosa. Mi única ilusión para Abanilla ha sido, desde que entré como alcalde en 1987, que el pueblo progrese. Yo me encontré un pueblo emigrante, con un 48% de paro. No había instituto, ni centro de salud, con malas instalaciones eléctricas, unas comunicaciones horrendas, ningún tejido industrial... Hasta que llegó el PP al gobierno de la Comunidad tuve dificultades para llevar adelante mis ideas, pero luego, ya con el apoyo del Ejecutivo regional, pues comenzamos a hacer cosas. Me preocupé de poner en marcha un polígono industrial, y fui detrás de los empresarios para que se instalaran en Abanilla... Queríamos crear riqueza y trabajo y estoy orgulloso de que hoy el paro, en el momento tan difícil en que nos encontramos, sea sólo del 11%.
-¿También fue detrás de Fenoll para que instalara allí el vertedero y la planta de tratamiento de basuras?
-Como imaginaba que me iba a preguntar por eso, me he traído por escrito cómo llegó Fenoll a Abanilla (muestra un informe en el que se que informa de todos los trámites administrativos y legales que ha superado el vertedero desde 1997, y datos que demuestran que los hogares de Abanilla pagan la tasa de recogida de basuras más barata de la Región). Con este señor mantengo las relaciones normales que con cualquier otro empresario instalado en Abanilla. Después de su llegada en 1997, no ha vuelto a haber nada con Fenoll ni con sus empresas, y en el Plan General que aprobamos en 2008 este señor no tiene ni terrenos, ni sectores afectados, ni urbanizaciones previstas, ni nada de nada.
-En las conversaciones telefónicas que ha mantenido usted con Fenoll, y que están grabadas por la Policía, ¿no sale pidiéndole dinero?
-¡Nunca! En la vida.
-¿Dinero para usted o para el PP?
-Nada. Jamás.
-¿Para las elecciones municipales?
-En absoluto.
-¿Para las fiestas del pueblo?
-Para nada. Nada de nada.
-Lo que sí parece evidente es que usted le ha llamado para pedir que contrate a gente en sus empresas.
-Le he pedido trabajo para la gente de mi pueblo, gente de cualquier ideología y de toda condición. Pero es que le digo más: no a él, sino a cualquier empresario de mi pueblo. Hoy en día hay que buscar trabajo, trabajo y trabajo, donde sea. Y este señor ha llegado a tener a unas cien personas trabajando, casi todas de Abanilla, aunque ahora son unas cincuenta.
-¿A cuántos vecinos ha logrado colocar usted gracias a Fenoll?
-No lo sé. No lo recuerdo. Es un pueblo pequeño, los vecinos te ven por la calle y te dicen: 'Fernando, que en mi casa estamos todos sin trabajar; búsquenos algo'. En esos casos no te puedes negar a llamar a un empresario y decirle que, si tiene posibilidades, que contrate a una persona. Lo he hecho y lo voy a seguir haciendo.
-Aunque en el aspecto humano se pueda entender, ¿no le parece una práctica arriesgada? Porque luego el empresario puede pasarle la factura: 'Alcalde, que le he metido a tanta gente en mi empresa y ahora no me va a negar esto o lo otro'.
-Quizás desde fuera se pueda ver así. Pero jamás, jamás, hice nada a cambio de otra cosa, y le insisto en que en los últimos trece años, Ángel Fenoll no ha vuelto a tener ningún proyecto ni ha pedido algo para él. Yo en lo único que pienso es que es un drama que haya un parado en mi pueblo. Lo he hecho con todas las empresas y jamás ninguna me ha chantajeado.
-Por otro lado, no negará que ésa es un arma demasiado poderosa en sus manos: la de tener la posibilidad de mediar para colocar a vecinos . Usted podría, hipotéticamente, utilizar esa potestad para buscar empleo a los de su cuerda política, o para lograr apoyo electoral a cambio de esos puestos de trabajo...
-Pregunte por el pueblo y a ver si encuentra una sola persona que le diga que yo le he pasado después una factura por haber mediado ante un empresario; alguien a quien yo le haya dicho que tiene que votarme por eso. No sé si eso de pedir trabajo está bien o mal, pero voy a seguir haciéndolo porque lo hago por mis vecinos.
-¿No hay también algún concejal suyo trabajando con Fenoll?
-Hace cinco meses que está trabajando uno de mis concejales, porque cerró su tienda de electrodomésticos. Hablaría él mismo con Fenoll, o quizás lo hice yo..., seguramente fui yo quien lo hizo..., y está en un pueblo de la Vega Baja limpiando los camiones a manguerazos. No le han dado, desde luego, ningún puesto directivo. ¿Es que no va a poder trabajar por el hecho de ser concejal?
«Buena relación con Fenoll»
-¿Tiene amistad íntima con Fenoll?
-Tengo una relación. Como con muchos otros empresarios.
-Sí se les ha visto comer y cenar juntos...
-En estos tiempos en que todo el mundo se quita de enmedio y dice no conocer a Fenoll, yo reconozco que lo conozco, aunque hace bastante tiempo que no he comido o cenado con él. Tengo una buena relación, pero igual que con muchos otros.
-¿Tenía conocimiento de que este señor podía estar vertiendo basuras de forma ilegal en una finca privada, según se desprende del sumario del 'caso Brugal'?
-No lo sabía. Si ha hecho algo de eso, creo que debe intervenir la justicia. Pero quiero aclarar que esa finca no está en Abanilla, sino en término de Orihuela.
-¿Tiene miedo de que el propio Fenoll le haya podido grabar? Porque parece que era bastante aficionado a ello.
-Pues que me grabe donde quiera y como quiera. No tengo nada que esconder. Me da lo mismo.
-A quien sí parece que tiene grabadas es a un par de concejalas del PSOE de Abanilla. ¿Le sorprende?
-De estos asuntos, como de todo lo del 'caso Brugal', me entero por la prensa. Pero claro que estas cosas sorprenden, aunque todo este asunto es un sinfín de sorpresas. Esto va a dar para una novela.
-¿Es de los que piensan que las fuerzas de seguridad y la Fiscalía actúan movidos por razones políticas?
-Yo creo que no. Lo que pasa es que estos asuntos parecen salir más, o nos fijamos más, cuando llegan las elecciones. Da la sensación de que se reactivan esos casos.
-¿Pondría la mano en el fuego por la mayor parte de los alcalde de la Región?
-La mano en el fuego... Es una frase muy hecha. Creo que todo el mundo es honrado mientras no se demuestre lo contrario.
-Es usted el alcalde más longevo de la Región. ¿Va a volver a presentar su candidatura?
-Hace un par de semanas tuve una reunión con el presidente Ramón Luis Valcárcel, con el fin de repasar algunos proyectos pendientes. Y al terminar el encuentro le dije que yo la carrera como alcalde la tenía ya hecha, porque son 23 años al frente del Ayuntamiento; toda una vida. Y le dije que estaba a su disposición: si quiere que vuelva a dar el paso adelante, pues lo daré; y si quiere que lo dé hacia atrás, pues lo mismo.