UGT y CC OO celebran el «éxito rotundo» del paro y CROEM el «desarrollo normal» de la actividad
30.09.10 - 01:34 - JULIÁN MOLLEJO jmollejo@laverdad.es MURCIA.
La huelga general acabó en tablas en la Región de Murcia. Todos los que se jugaban algo estaban satisfechos al final de la jornada. Para los sindicatos porque fue un «éxito rotundo», para la Delegación del Gobierno porque no hubo incidentes reseñables de orden público e imperó «la normalidad», y para la patronal murciana porque la actividad empresarial apenas se vio afectada.
Hasta el Gobierno regional sacó tajada de la convocatoria, ya que el seguimiento fue mínimo en la Administración autónoma y le dio la oportunidad para atacar al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Todos contentos. ¿Para cuándo la próxima huelga feliz?
Los cabecillas del paro, exhaustos tras una madrugada en vela pendientes de polígonos industriales y transportes y una mañana en vilo porque los comercios se resistían a cerrar, se mostraban ufanos por la movilización. «Los trabajadores han secundado la huelga de forma masiva», afirmaba Antonio Jiménez, secretario regional de UGT; «ha sido un éxito rotundo», remachaba Daniel Bueno, secretario regional de CC OO.
Según los cálculos de los sindicatos convocantes, el 70% de los trabajadores de la Región (unos 400.000, en cifras absolutas) siguieron ayer el paro. Un seguimiento similar a la media nacional, donde fueron 10 millones los trabajadores que ayer protestaron contra la reforma laboral, siempre según los sindicatos.
Con esta adhesión «masiva», los sindicatos se sintieron cargados de razón para volver a exigir al Gobierno de España la retirada de la reforma laboral ya en vigor.
Otras fuentes sindicales, al margen de los comunicados oficiales, coincidían en valorar el éxito de la jornada por el grado de movilización y el protagonismo público alcanzados, pero rebajan el seguimiento regional al 40% o 50%. «Y está muy bien, eh. Porque yo ha habido días que pensaba que esto podía acabar en un desastre», apuntaba un dirigente ugetista.
Por zonas y sectores
Las grandes empresas, sí
El llamamiento sindical tuvo más eco en los polígonos industriales y en las grandes empresas, y en los sectores agroalimentario, industrial y la construcción.
Empresas como El Pozo, Hero, Júver, Navantia, Sabic y Repsol sufrieron los efectos del paro, y en los principales polígonos industriales de la Región se registraron problemas de acceso en las primeras horas de la mañana por la acción de los piquetes informativos, lo que perturbó la actividad ordinaria.
En cambio, en el comercio, donde predominan los autónomos y pequeños empresarios, y en la administración pública, que ya tuvo su huelga general en junio, la repercusión fue mínima. El Gobierno regional cifró en un 3% el seguimiento entre sus funcionarios, en el Ayuntamiento de Murcia fue del 5% y en el de Cartagena de un 10%.
Por comarcas, fue también la de Cartagena, donde se concentran algunas de las principales empresas de la Región, la que se situó a la cabeza, con una incidencia del 75%, según los cálculos sindicales.
Análisis empresarial
¿Huelga? ¿qué huelga?
Los líderes de UGT y CC OO establecieron el cuartel general de la huelga en el sótano de la sede ugetista. En el mismo edificio, pero tres plantas más arriba, la patronal CROEM realizaba un análisis del paro radicalmente distinto. De hecho, tras leer el primer balance que lanzó la cúpula empresarial, poco antes de las 10.00 horas, en el que hablaba de normalidad en los polígonos industriales, en las empresas y en el transporte, cabía pensar que la huelga general podía ser en realidad una broma.
Pasadas las 14.00 horas, y tras recabar información más detallada de sus asociados, CROEM situaba el seguimiento del paro en la Región en un escaso 15%. «Con carácter general, puede afirmarse la práctica normalidad en el desarrollo de las actividades empresariales», concluía la patronal.
La Federación de Empresarios de la Construcción ofreció su propio balance, según el cual «el seguimiento voluntario» fue de sólo el 0,5% de los trabajadores de su sector.
Julio Mamblona, secretario de Organización de CC OO, afirmaba avanzada la mañana que Murcia, Cartagena, Lorca y 14 municipios más de la Región se encontraban parados por la protesta. Pero bastaba girar la cabeza y recorrer la mirada por la murciana plaza de Santo Domingo, donde se encontraba, para ver que no era así
La huelga general no paralizó la Región de Murcia, aunque eso era algo con lo que ya contaban los sindicatos. Daniel Bueno diferenció el paro de ayer, con respecto a otros anteriores, en que «ha sido en el que más aislados hemos estado», a pesar de considerar la convocatoria como «la más justificada de todas porque esta es la reforma laboral más grave de todas las aprobadas», precisó Antonio Jiménez.
Los servicios mínimos, muchos de ellos considerados abusivos por los sindicatos, funcionaron con normalidad, sobre todo los de los transportes públicos. El centro de Murcia por donde no pasaron los piquetes fue ajeno a la protesta y en buena parte de los colegios e institutos no se perdió ni una hora de clase.
Pero el que la Región no se paralizara no significa que la jornada de ayer fuera normal. El Delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, responsable del operativo de seguridad y del seguimiento del paro, en coordinación con los ministerios de Interior y Presidencia, destacó en la rueda de prensa que ofreció a primera hora de la mañana «la ausencia de incidentes de importancia y la normalidad en las carreteras, en particular en los accesos a ciudades y a los polígonos industriales».
Sin embargo, a renglón seguido, y en contraste con la normalidad subrayada instantes antes, informó de cortes de carreteras en los polígonos de La Polvorista (Molina), Saprelorca (Lorca) y Cabezo Beaza (Cartagena), de retenciones en el acceso al campus universitario de Espinardo, y de forcejeos entre piquetes y Policía Nacional en la estación de autobuses de Murcia y en las cocheras de Latbus, empresa concesionaria del transporte urbano en la capital de la Región.
Piquetes
25 minutos de gloria
En la Delegación del Gobierno estaban satisfechos por partida doble: a diferencia de otras provincias, no se registraron altercados del orden público, y la incidencia del paro no fue tan elevada como para representar una seria reprimenda al Ejecutivo central ni tan baja como para dejar tocados a los sindicatos.
UGT y CC OO también valoraron el hecho de que apenas hubiera fricciones entre piquetes y policías, pero se quejaron del dispositivo de seguridad ordenado por la Delegación del Gobierno. Lo calificaron de «excesivo» y acusaron a los agentes de extralimitarse en sus funciones, al impedir a algunos piquetes, como ocurrió en Latbus, ejercer su labor de informar sobre la huelga y supervisar el cumplimiento de los servicios mínimos.
El mayor éxito de los piquetes fue el cierre en Murcia de El Corte Inglés, en la avenida de la Libertad, durante 25 minutos. La batalla de El Corte Inglés se ha convertido en un capítulo ineludible en cada huelga general en la Región y cuenta ya con un guión establecido, que se repite convocatoria tras convocatoria. Los líderes sindicales son recibidos por el director del gran almacén y, tras unos minutos de conversación, salen y comunican al piquete que han conseguido que se cierre. Gritos de jubilo y ondear de banderas. El piquete parte en busca de nuevos objetivos y, tras un lapso de tiempo prudencial, El Corte Inglés vuelve a abrir sus puertas. Y todos tan contentos.
30.09.10 - 01:34 - JULIÁN MOLLEJO jmollejo@laverdad.es MURCIA.
La huelga general acabó en tablas en la Región de Murcia. Todos los que se jugaban algo estaban satisfechos al final de la jornada. Para los sindicatos porque fue un «éxito rotundo», para la Delegación del Gobierno porque no hubo incidentes reseñables de orden público e imperó «la normalidad», y para la patronal murciana porque la actividad empresarial apenas se vio afectada.
Hasta el Gobierno regional sacó tajada de la convocatoria, ya que el seguimiento fue mínimo en la Administración autónoma y le dio la oportunidad para atacar al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Todos contentos. ¿Para cuándo la próxima huelga feliz?
Los cabecillas del paro, exhaustos tras una madrugada en vela pendientes de polígonos industriales y transportes y una mañana en vilo porque los comercios se resistían a cerrar, se mostraban ufanos por la movilización. «Los trabajadores han secundado la huelga de forma masiva», afirmaba Antonio Jiménez, secretario regional de UGT; «ha sido un éxito rotundo», remachaba Daniel Bueno, secretario regional de CC OO.
Según los cálculos de los sindicatos convocantes, el 70% de los trabajadores de la Región (unos 400.000, en cifras absolutas) siguieron ayer el paro. Un seguimiento similar a la media nacional, donde fueron 10 millones los trabajadores que ayer protestaron contra la reforma laboral, siempre según los sindicatos.
Con esta adhesión «masiva», los sindicatos se sintieron cargados de razón para volver a exigir al Gobierno de España la retirada de la reforma laboral ya en vigor.
Otras fuentes sindicales, al margen de los comunicados oficiales, coincidían en valorar el éxito de la jornada por el grado de movilización y el protagonismo público alcanzados, pero rebajan el seguimiento regional al 40% o 50%. «Y está muy bien, eh. Porque yo ha habido días que pensaba que esto podía acabar en un desastre», apuntaba un dirigente ugetista.
Por zonas y sectores
Las grandes empresas, sí
El llamamiento sindical tuvo más eco en los polígonos industriales y en las grandes empresas, y en los sectores agroalimentario, industrial y la construcción.
Empresas como El Pozo, Hero, Júver, Navantia, Sabic y Repsol sufrieron los efectos del paro, y en los principales polígonos industriales de la Región se registraron problemas de acceso en las primeras horas de la mañana por la acción de los piquetes informativos, lo que perturbó la actividad ordinaria.
En cambio, en el comercio, donde predominan los autónomos y pequeños empresarios, y en la administración pública, que ya tuvo su huelga general en junio, la repercusión fue mínima. El Gobierno regional cifró en un 3% el seguimiento entre sus funcionarios, en el Ayuntamiento de Murcia fue del 5% y en el de Cartagena de un 10%.
Por comarcas, fue también la de Cartagena, donde se concentran algunas de las principales empresas de la Región, la que se situó a la cabeza, con una incidencia del 75%, según los cálculos sindicales.
Análisis empresarial
¿Huelga? ¿qué huelga?
Los líderes de UGT y CC OO establecieron el cuartel general de la huelga en el sótano de la sede ugetista. En el mismo edificio, pero tres plantas más arriba, la patronal CROEM realizaba un análisis del paro radicalmente distinto. De hecho, tras leer el primer balance que lanzó la cúpula empresarial, poco antes de las 10.00 horas, en el que hablaba de normalidad en los polígonos industriales, en las empresas y en el transporte, cabía pensar que la huelga general podía ser en realidad una broma.
Pasadas las 14.00 horas, y tras recabar información más detallada de sus asociados, CROEM situaba el seguimiento del paro en la Región en un escaso 15%. «Con carácter general, puede afirmarse la práctica normalidad en el desarrollo de las actividades empresariales», concluía la patronal.
La Federación de Empresarios de la Construcción ofreció su propio balance, según el cual «el seguimiento voluntario» fue de sólo el 0,5% de los trabajadores de su sector.
Julio Mamblona, secretario de Organización de CC OO, afirmaba avanzada la mañana que Murcia, Cartagena, Lorca y 14 municipios más de la Región se encontraban parados por la protesta. Pero bastaba girar la cabeza y recorrer la mirada por la murciana plaza de Santo Domingo, donde se encontraba, para ver que no era así
La huelga general no paralizó la Región de Murcia, aunque eso era algo con lo que ya contaban los sindicatos. Daniel Bueno diferenció el paro de ayer, con respecto a otros anteriores, en que «ha sido en el que más aislados hemos estado», a pesar de considerar la convocatoria como «la más justificada de todas porque esta es la reforma laboral más grave de todas las aprobadas», precisó Antonio Jiménez.
Los servicios mínimos, muchos de ellos considerados abusivos por los sindicatos, funcionaron con normalidad, sobre todo los de los transportes públicos. El centro de Murcia por donde no pasaron los piquetes fue ajeno a la protesta y en buena parte de los colegios e institutos no se perdió ni una hora de clase.
Pero el que la Región no se paralizara no significa que la jornada de ayer fuera normal. El Delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, responsable del operativo de seguridad y del seguimiento del paro, en coordinación con los ministerios de Interior y Presidencia, destacó en la rueda de prensa que ofreció a primera hora de la mañana «la ausencia de incidentes de importancia y la normalidad en las carreteras, en particular en los accesos a ciudades y a los polígonos industriales».
Sin embargo, a renglón seguido, y en contraste con la normalidad subrayada instantes antes, informó de cortes de carreteras en los polígonos de La Polvorista (Molina), Saprelorca (Lorca) y Cabezo Beaza (Cartagena), de retenciones en el acceso al campus universitario de Espinardo, y de forcejeos entre piquetes y Policía Nacional en la estación de autobuses de Murcia y en las cocheras de Latbus, empresa concesionaria del transporte urbano en la capital de la Región.
Piquetes
25 minutos de gloria
En la Delegación del Gobierno estaban satisfechos por partida doble: a diferencia de otras provincias, no se registraron altercados del orden público, y la incidencia del paro no fue tan elevada como para representar una seria reprimenda al Ejecutivo central ni tan baja como para dejar tocados a los sindicatos.
UGT y CC OO también valoraron el hecho de que apenas hubiera fricciones entre piquetes y policías, pero se quejaron del dispositivo de seguridad ordenado por la Delegación del Gobierno. Lo calificaron de «excesivo» y acusaron a los agentes de extralimitarse en sus funciones, al impedir a algunos piquetes, como ocurrió en Latbus, ejercer su labor de informar sobre la huelga y supervisar el cumplimiento de los servicios mínimos.
El mayor éxito de los piquetes fue el cierre en Murcia de El Corte Inglés, en la avenida de la Libertad, durante 25 minutos. La batalla de El Corte Inglés se ha convertido en un capítulo ineludible en cada huelga general en la Región y cuenta ya con un guión establecido, que se repite convocatoria tras convocatoria. Los líderes sindicales son recibidos por el director del gran almacén y, tras unos minutos de conversación, salen y comunican al piquete que han conseguido que se cierre. Gritos de jubilo y ondear de banderas. El piquete parte en busca de nuevos objetivos y, tras un lapso de tiempo prudencial, El Corte Inglés vuelve a abrir sus puertas. Y todos tan contentos.
LAS CIFRAS
70%
Seguimiento en la Región de Murcia, según los sindicatos UGT y CC OO.
15%
Participación media en la Región, según el análisis realizado por la patronal CROEM.
-10%
Caída de la demanda de electricidad hasta las 16.00 horas de ayer, respecto al consumo del día anterior.
3%
Seguimiento del paro entre los 50.000 funcionarios de la Comunidad Autónoma, según el Gobierno regional.
5.000
Asistentes a la manifestación que recorrió ayer por la tarde el centro de la ciudad de Murcia, según la Policía Local. Para los convocantes fueron 20.000