Según las primeras pesquisas, podría haber sido provocado ya que se detectaron dos focos separados por apenas diez kilómetros
08.09.10 - 00:56 - A. B. G. / G. H. / A. N. CALASPARRA / MURCIA. / La Verdad
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Muchos vecinos devotos de la Virgen de la Esperanza, patrona de Calasparra, se pasaron anoche media romería con un ojo puesto en la sierra del Molino, donde el mayor incendio registrado en la Región este verano devora hectárea tras hectárea de monte bajo y pinar. La fuerza de las llamas y lo agreste de la orografía han obligado a la Dirección General de Emergencias a activar el nivel 2 del Plan Infomur, algo que no ocurría desde finales de mayo, cuando el fuego devoró 120 hectáreas en El Gorguel, Cartagena. Este nivel implica la solicitud de ayuda de medios estatales, incluyendo 120 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias que llegaron anoche a la zona del siniestro.
Los primeros avisos sobre el fuego se sobre las 19 horas. Según el teniente de alcalde y edil de Seguridad Ciudadana, José Vélez, se detectaron dos focos separados por unos diez kilómetros. El primero, en la sierra del Puerto, cerca de Moratalla, logró ser sofocado con el apoyo de medios aéreos poco después; mientras que el de la sierra del Molino, a apenas 1,5 kilómetros del casco urbano de Calasparra, inmersa en sus fiestas patronales.
El viento dificultó en un principio las labores de extinción, sobre todo al extender las llamas desde la zona de matorral de las estribaciones más bajas de la sierra hacia la cumbre y la zona de pinar. Según el 112, el fuego alcanzó rápidamente la cumbre pese a los esfuerzos de los más de un centenar de efectivos desplazados al lugar para luchar contra las llamas. Sin embargo, el viento se convirtió tras la llegada de la noche y la retirada de los medios aéreos en el principal aliado de los bomberos, al empezar a soplar contra el frente del fuego y ralentizar al menos su voracidad. Según fuentes municipales, las llamas ya han arrasado las tres cuartas partes de la sierra del Molino. El alcalde, Jesús Navarro, descartó por ahora cualquier tipo de «evacuación» y añadió que «no hay ningún tipo de peligro para los vecinos».
Dos helicópteros (con base en Zarcilla y la sierra de la Pila) y dos aviones de Albacete formaron el primer contingente de choque, apoyados por las brigadas helitransportadas de Alcantarilla y Albacete, 12 bomberos de Cieza y Caravaca con cinco vehículos y nueve retenes -Blanca, Jumilla, Cieza, Cehegín, Caravaca, El Valle, Mula, Ricote y Totana- junto a dos vehículos de intervención rápida, dos retenemos terrestres y un vehículo autobomba también procedentes de la provincia de Albacete; brigada helitransportada de La Pila. Policía Local y Guardia Civil han cortado el acceso a la sierra a través de la carretera del pantano.El incendio supuso el estreno del flamante consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos sobre el terreno. Campos se desplazó hasta el puesto de mando avanzado de la Comunidad Autónoma, donde Cruz Roja también ha instalado un hospital de campaña. A última hora también visitó la zona el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, y el director general de Emergencias, Luis Gestoso.La Comunidad había prestado medios para luchar contra el fuego en Ontinyent que tuvieron que volver de forma apresurada a la Región para incorporarse al dispositivo en Calasparra. Pasada la medianoche, hora de cierre de esta edición, había 500 hectáreas quemadas y la superficie afectada por el fuego, todavía incontrolado, llegaba a los 8 kilómetros.
Los primeros avisos sobre el fuego se sobre las 19 horas. Según el teniente de alcalde y edil de Seguridad Ciudadana, José Vélez, se detectaron dos focos separados por unos diez kilómetros. El primero, en la sierra del Puerto, cerca de Moratalla, logró ser sofocado con el apoyo de medios aéreos poco después; mientras que el de la sierra del Molino, a apenas 1,5 kilómetros del casco urbano de Calasparra, inmersa en sus fiestas patronales.
El viento dificultó en un principio las labores de extinción, sobre todo al extender las llamas desde la zona de matorral de las estribaciones más bajas de la sierra hacia la cumbre y la zona de pinar. Según el 112, el fuego alcanzó rápidamente la cumbre pese a los esfuerzos de los más de un centenar de efectivos desplazados al lugar para luchar contra las llamas. Sin embargo, el viento se convirtió tras la llegada de la noche y la retirada de los medios aéreos en el principal aliado de los bomberos, al empezar a soplar contra el frente del fuego y ralentizar al menos su voracidad. Según fuentes municipales, las llamas ya han arrasado las tres cuartas partes de la sierra del Molino. El alcalde, Jesús Navarro, descartó por ahora cualquier tipo de «evacuación» y añadió que «no hay ningún tipo de peligro para los vecinos».
Dos helicópteros (con base en Zarcilla y la sierra de la Pila) y dos aviones de Albacete formaron el primer contingente de choque, apoyados por las brigadas helitransportadas de Alcantarilla y Albacete, 12 bomberos de Cieza y Caravaca con cinco vehículos y nueve retenes -Blanca, Jumilla, Cieza, Cehegín, Caravaca, El Valle, Mula, Ricote y Totana- junto a dos vehículos de intervención rápida, dos retenemos terrestres y un vehículo autobomba también procedentes de la provincia de Albacete; brigada helitransportada de La Pila. Policía Local y Guardia Civil han cortado el acceso a la sierra a través de la carretera del pantano.El incendio supuso el estreno del flamante consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos sobre el terreno. Campos se desplazó hasta el puesto de mando avanzado de la Comunidad Autónoma, donde Cruz Roja también ha instalado un hospital de campaña. A última hora también visitó la zona el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, y el director general de Emergencias, Luis Gestoso.La Comunidad había prestado medios para luchar contra el fuego en Ontinyent que tuvieron que volver de forma apresurada a la Región para incorporarse al dispositivo en Calasparra. Pasada la medianoche, hora de cierre de esta edición, había 500 hectáreas quemadas y la superficie afectada por el fuego, todavía incontrolado, llegaba a los 8 kilómetros.