Las plantas estarán conectadas a una red de control con cámaras de vigilancia que registrarán todas las entradas de residuos
29.01.10 - 01:12 -
FUENSANTA CARRERES fcarreres@laverdad.es MURCIA.
A las regiones limítrofes con Murcia se les van a quitar las ganas de trasladar sus basuras a los vertederos de la Región, una práctica no permitida y que en teoría no se lleva a cabo, pero que en realidad se realiza en ocasiones a espaldas de la ley. Sobre todo, porque tendrán que pagar una tasa muy elevada, más alta que la que abonan en sus comunidades, para meter sus residuos en vertederos de la Región, y dejará de resultarles rentable.
La puesta en marcha de este canon disuasorio es una de las novedades del nuevo Plan de Residuos, cuyo borrador está preparando la Dirección General de Planificación, Evaluación y Control Ambiental, y que será presentado en abril. El documento debe recibir aún el visto bueno de los consejos económico y jurídico y contar con el acuerdo de los agentes sociales, pero está muy avanzado y contempla novedades para mejorar la gestión de residuos en la Región.
La tasa que se tendrá que pagar por el tratamiento y eliminación de residuos se unificará, y dejará de ocurrir como ahora, que cada vertedero o planta de tratamiento fija la suya en función de la oferta y la demanda. El precio será, además de fijo, más alto que el que marquen todas las provincias limítrofes (Almería, Granada, Albacete y Alicante) para evitar que les resulte rentable enviar sus residuos a vertederos de la Región. El encarecimiento del canon persigue además otro objetivo: que se reduzca al mínimo la llamada fracción resto, que son los residuos que no se aprovechan después de separar las basuras que sí se reciclan y reutilizan (papel, envases, cartón, vidrio...).
El plan de residuos, que quedará incluido en la nueva Ley de Residuos, prevé también un incremento del control y la vigilancia que la Administración realiza sobre los seis vertederos y plantas de tratamiento, todos gestionados por empresas privadas.
Las plantas de residuos estarán conectadas a un sistema de control con cámaras que permita a la Comunidad realizar un seguimiento a tiempo real de la actividad que allí se desarrolla. También se pesará la carga de los camiones a la entrada y a la salida de la planta y se dejará constancia de la procedencia de cada vehículo y del tipo de residuos que lleva. «Hemos incrementado la vigilancia y el control sobre la calidad de la atmósfera y sobre los vertidos, y queremos hacerlo también sobre los residuos», asegura Francisco Espejo, director general de Planificación, Evaluación y Control Ambiental.
Otro de los criterios que guiarán el nuevo Plan de Residuos será la zonificación, que obligará a los municipios a llevar sus desechos urbanos a los vertederos y plantas de tratamiento más cercanos, y no al que más rentable les salga. «Lo que no es lógico -explica Espejo- es que la basura de Los Alcázares se lleve a Ulea, por ejemplo, ya que el transporte por carretera supone gastar combustible y emitir dióxido de carbono a la atmósfera de forma innecesaria». Así, los técnicos de la Planificación, Evaluación y Calidad Ambiental están perfilando el mapa que dividirá todos los municipios de la Región en cuatro áreas de referencia.
Control complicado
Los controles sobre los residuos urbanos que tratan los vertederos de la Región, gestionados todos por empresas concesionarias, resultan en la actualidad «muy complicados desde el punto de vista administrativo», admite Espejo. Para la Administración, es difícil demostrar cuál es la procedencia del camión o de los residuos. «Aunque pares el camión en la carretera, es imposible demostrar que se dirige al vertedero, y no podemos analizar las basuras para saber de dónde vienen».
A pesar de la dificultad que la Comunidad encuentra a la hora de inspeccionar, la Administración regional ha sancionado a todas las empresas que gestionan los residuos en alguna ocasión por diferentes infracciones, como tratar basuras de otra comunidad, no tener las instalaciones en condiciones u otras prácticas.
29.01.10 - 01:12 -
FUENSANTA CARRERES fcarreres@laverdad.es MURCIA.
A las regiones limítrofes con Murcia se les van a quitar las ganas de trasladar sus basuras a los vertederos de la Región, una práctica no permitida y que en teoría no se lleva a cabo, pero que en realidad se realiza en ocasiones a espaldas de la ley. Sobre todo, porque tendrán que pagar una tasa muy elevada, más alta que la que abonan en sus comunidades, para meter sus residuos en vertederos de la Región, y dejará de resultarles rentable.
La puesta en marcha de este canon disuasorio es una de las novedades del nuevo Plan de Residuos, cuyo borrador está preparando la Dirección General de Planificación, Evaluación y Control Ambiental, y que será presentado en abril. El documento debe recibir aún el visto bueno de los consejos económico y jurídico y contar con el acuerdo de los agentes sociales, pero está muy avanzado y contempla novedades para mejorar la gestión de residuos en la Región.
La tasa que se tendrá que pagar por el tratamiento y eliminación de residuos se unificará, y dejará de ocurrir como ahora, que cada vertedero o planta de tratamiento fija la suya en función de la oferta y la demanda. El precio será, además de fijo, más alto que el que marquen todas las provincias limítrofes (Almería, Granada, Albacete y Alicante) para evitar que les resulte rentable enviar sus residuos a vertederos de la Región. El encarecimiento del canon persigue además otro objetivo: que se reduzca al mínimo la llamada fracción resto, que son los residuos que no se aprovechan después de separar las basuras que sí se reciclan y reutilizan (papel, envases, cartón, vidrio...).
El plan de residuos, que quedará incluido en la nueva Ley de Residuos, prevé también un incremento del control y la vigilancia que la Administración realiza sobre los seis vertederos y plantas de tratamiento, todos gestionados por empresas privadas.
Las plantas de residuos estarán conectadas a un sistema de control con cámaras que permita a la Comunidad realizar un seguimiento a tiempo real de la actividad que allí se desarrolla. También se pesará la carga de los camiones a la entrada y a la salida de la planta y se dejará constancia de la procedencia de cada vehículo y del tipo de residuos que lleva. «Hemos incrementado la vigilancia y el control sobre la calidad de la atmósfera y sobre los vertidos, y queremos hacerlo también sobre los residuos», asegura Francisco Espejo, director general de Planificación, Evaluación y Control Ambiental.
Otro de los criterios que guiarán el nuevo Plan de Residuos será la zonificación, que obligará a los municipios a llevar sus desechos urbanos a los vertederos y plantas de tratamiento más cercanos, y no al que más rentable les salga. «Lo que no es lógico -explica Espejo- es que la basura de Los Alcázares se lleve a Ulea, por ejemplo, ya que el transporte por carretera supone gastar combustible y emitir dióxido de carbono a la atmósfera de forma innecesaria». Así, los técnicos de la Planificación, Evaluación y Calidad Ambiental están perfilando el mapa que dividirá todos los municipios de la Región en cuatro áreas de referencia.
Control complicado
Los controles sobre los residuos urbanos que tratan los vertederos de la Región, gestionados todos por empresas concesionarias, resultan en la actualidad «muy complicados desde el punto de vista administrativo», admite Espejo. Para la Administración, es difícil demostrar cuál es la procedencia del camión o de los residuos. «Aunque pares el camión en la carretera, es imposible demostrar que se dirige al vertedero, y no podemos analizar las basuras para saber de dónde vienen».
A pesar de la dificultad que la Comunidad encuentra a la hora de inspeccionar, la Administración regional ha sancionado a todas las empresas que gestionan los residuos en alguna ocasión por diferentes infracciones, como tratar basuras de otra comunidad, no tener las instalaciones en condiciones u otras prácticas.