La avenida de la Constitución se convirtió ayer en un improvisado escenario para una película policiaca. No faltaron ladrones, vecinos asustados y policías cumpliendo su deber. Tampoco faltaron disparos, tanto de las escopetas de cañones recortados de los atracadores como de las armas reglamentarias de la Policía Local.
El tiroteo se produjo cuando dos atracadores, que acababan de asaltar la sucursal de la Caja del Mediterráneo a mano armada y tratando de ocultar sus identidades bajo unas pelucas, se toparon en el inicio de su huida con una patrulla de la Policía Local de Campos del Río. Los asaltantes no dudaron en emplear sus escopetas y dispararon en repetidas ocasiones contra el vehículo policial y sus ocupantes, ante lo cual los agentes desenfundaron sus automáticas y respondieron al fuego.
El intercambio de plomo y balines apenas duró un minuto, pero convirtió la calle en un pasaje solitario. Los vecinos se ocultaron donde pudieron hasta que los asaltantes, a los que aún no se ha podido detener, decidieron no esperar a los refuerzos de la Guardia Civil ya en camino y alertados por los responsables de la CAM. Así que tomaron un coche que habían dejado preparado para la huida y abandonaron el municipio en dirección a la entrada Autovía del Noroeste.
Los cacos no habían podido elegir peor día para su golpe. Apenas unos minutos antes de plantarse en la oficina de la CAM, el consejero de Política Social, Joaquín Bascuñana, acababa de dejar el municipio después de inaugurar un aula de informática para los mayores, por lo que la presencia policial y el nivel de alerta aún eran altos, lo que permitió la rápida respuesta de los agentes.
Los vecinos mostraban su sorpresa por lo ocurrido, y más de uno expresaba su esperanza que la llegada masiva de guardias civiles y su trasiego continuo por las calles del municipio tras la construcción del nuevo penal deje este asalto como el último que sufran.
El tiroteo se produjo cuando dos atracadores, que acababan de asaltar la sucursal de la Caja del Mediterráneo a mano armada y tratando de ocultar sus identidades bajo unas pelucas, se toparon en el inicio de su huida con una patrulla de la Policía Local de Campos del Río. Los asaltantes no dudaron en emplear sus escopetas y dispararon en repetidas ocasiones contra el vehículo policial y sus ocupantes, ante lo cual los agentes desenfundaron sus automáticas y respondieron al fuego.
El intercambio de plomo y balines apenas duró un minuto, pero convirtió la calle en un pasaje solitario. Los vecinos se ocultaron donde pudieron hasta que los asaltantes, a los que aún no se ha podido detener, decidieron no esperar a los refuerzos de la Guardia Civil ya en camino y alertados por los responsables de la CAM. Así que tomaron un coche que habían dejado preparado para la huida y abandonaron el municipio en dirección a la entrada Autovía del Noroeste.
Los cacos no habían podido elegir peor día para su golpe. Apenas unos minutos antes de plantarse en la oficina de la CAM, el consejero de Política Social, Joaquín Bascuñana, acababa de dejar el municipio después de inaugurar un aula de informática para los mayores, por lo que la presencia policial y el nivel de alerta aún eran altos, lo que permitió la rápida respuesta de los agentes.
Los vecinos mostraban su sorpresa por lo ocurrido, y más de uno expresaba su esperanza que la llegada masiva de guardias civiles y su trasiego continuo por las calles del municipio tras la construcción del nuevo penal deje este asalto como el último que sufran.