Las casas de empeño crecen como setas con la crisis. Sólo en la ciudad de Murcia ya hay 14, el doble que hace dos años. En Cartagena acaban de abrir 3 de golpe y ya van ocho. También han abierto en Lorca y Puerto Lumbreras. Pero si antes el cliente era de clase media baja, ahora acuden los «nuevos ricos», sobre todo, del sector de la construcción.
«Vienen señoras enjoyadas de clase media alta para empeñar esclavas o medallitas de primera comunión acabadas de comprar», comenta Joaquín Martínez, uno de los propietarios de la casa de empeño Oro D'Italia, de Murcia. «Han llegado con dientes de oro del marido muerto», añade.
‘Boom' tras el verano
En septiembre el negocio de las casas de empeños creció un 30% con respecto a agosto. Tanto que, «muchas joyerías de pueblos me piden que les informe cómo dedicarse al empeño», explica Pedro Soler, gerente de Lingote de Oro.
Los artículos se empeñan a un plazo de 30 días a cambio de un dinero que se da en función del gramo de oro. Para recuperarlo hay que devolver el dinero más un interés del 10 al 20%. Si no, se pierde la joya.
Clienta de Gambia. Madre de dos niños«Necesito el dinero para comer»
La crisis afecta, sobre todo, a los más débiles. Es el caso de una inmigrante de Gambia (que no quiere ser identificada) que entra en la casa de empeño Oro D'Italia con una silleta con dos bebés. «Tengo que empeñar este collar de mi familia para comer. Mi marido es pintor y gana poco», explica la mujer, mientras enseña una joya artesanal de oro. «Me da mucha pena porque me lo regaló mi padre, pero no tengo más remedio», añade.
«Vienen señoras enjoyadas de clase media alta para empeñar esclavas o medallitas de primera comunión acabadas de comprar», comenta Joaquín Martínez, uno de los propietarios de la casa de empeño Oro D'Italia, de Murcia. «Han llegado con dientes de oro del marido muerto», añade.
‘Boom' tras el verano
En septiembre el negocio de las casas de empeños creció un 30% con respecto a agosto. Tanto que, «muchas joyerías de pueblos me piden que les informe cómo dedicarse al empeño», explica Pedro Soler, gerente de Lingote de Oro.
Los artículos se empeñan a un plazo de 30 días a cambio de un dinero que se da en función del gramo de oro. Para recuperarlo hay que devolver el dinero más un interés del 10 al 20%. Si no, se pierde la joya.
Clienta de Gambia. Madre de dos niños«Necesito el dinero para comer»
La crisis afecta, sobre todo, a los más débiles. Es el caso de una inmigrante de Gambia (que no quiere ser identificada) que entra en la casa de empeño Oro D'Italia con una silleta con dos bebés. «Tengo que empeñar este collar de mi familia para comer. Mi marido es pintor y gana poco», explica la mujer, mientras enseña una joya artesanal de oro. «Me da mucha pena porque me lo regaló mi padre, pero no tengo más remedio», añade.