18.04.10 - 01:46 -
M. BALÍN / R. GONZÁLEZ MADRID / CARTAGENA./ La Verdad
El accidente del helicóptero 'AB-212', que este viernes se estrelló en una zona montañesa al sudeste de Haití con cuatro tripulantes a bordo, pudo estar causado por las adversas condiciones meteorológicas que reinaban en la zona. Esta es la primera hipótesis con la que trabajan los investigadores encargados de dilucidar los motivos del siniestro aéreo en el que murieron los cuatro militares, el más grave desde que un helicóptero 'Cougar' cayera en Afganistán en agosto de 2005, causando la muerte de 17 soldados. Uno de los cuatro fallecidos en Haití era de Cartagena.
El comandante del Mando de Operaciones, el general Jaime Domínguez Buj, explicó ayer que el aparato siniestrado regresaba a la base haitiana de Petit Goave procedente de Cabo Rojo, en la República Dominicana, dentro una operación de apoyo logístico. Se trataba de una ruta conocida por los pilotos. Explicó que hacia las 10.30 de la mañana del viernes (17.30 horas en España) perdieron el contacto con el helicóptero estrellado al que también acompañaba un aparato 'Sikorsky', ambos asignados al buque 'Castilla', al que pertenecían los militares muertos.
El 'Sikorsky' lideraba la formación y avisó al mando del buque de que había entrado en una zona de escasa visibilidad y había perdido el contacto con el helicóptero acompañante. Se trata de un terreno montañoso muy escarpado, lleno de quebradas y próximo a la localidad de Fond Verretes, fronteriza con la República Dominicana.
Casi cinco horas después, dos helicópteros estadounidenses hallaron los restos de la aeronave en la pared de un cañón. Estaban esparcidos por una amplia zona, completamente carbonizados debido al impacto y posterior incendio. Según miembros del equipo de rescate, el fragmento más grande es el tablero de mandos.
En este mismo lugar se estrelló el pasado 11 de octubre un avión C-212 del Ejército uruguayo, que se encontraba al servicio de la misión de la ONU en Haití (MINUSTAH). Fallecieron 11 militares, seis uruguayos y cinco jordanos. Los investigadores achacaron entonces el siniestro a las fuertes turbulencias existentes en la zona fruto de su orografía y desecharon aspectos técnicos en el accidente, ya que la aeronave acababa de pasar una inspección dos semanas antes.
El general Domínguez Buj aseguró que el helicóptero de la Armada estaba en «perfecto» estado de mantenimiento y había pasado todas las revisiones requeridas. Asimismo, afirmó que la ruta que seguía era conocida por los mandos militares, ya que era la habitual cuando se realizaban tareas de traslado de material desde República Dominicana hasta Petit Goave o el buque 'Castilla', fondeado a 60 kilómetros de Puerto Príncipe.
A primera hora de la mañana del sábado, los militares españoles reanudaron los trabajos para recuperar los cuerpos de los compañeros fallecidos, después de que en la víspera se rescatasen dos cadáveres. Debido a la complejidad para acceder a la zona, los trabajos se centran en recuperar los restos y llevarlos a un lugardonde puedan ser introducidos en helicópteros y trasladarlos al 'Castilla', donde se les practicará las preceptivas autopsias.
Los fallecidos son Luis Fernando Torija Sagospe, comandante del Cuerpo de Intendencia, de 44 años, natural de Madrid, casado y con dos hijos; Francisco Forné Calderón, teniente de Infantería de Marina, de 37 años, natural de Cartagena, casado y con tres hijos; Manuel Dormido Garrosa, alférez de navío, de 35 años, natural de Valencia, casado y con un hijo; y Eusebio Villatoro Costa, cabo mayor de Infantería de Marina, de 41 años, natural de Cádiz, casado y sin hijos.
Esperaban su regreso
Forné Calderón, era de Cartagena, aunque fuentes familiares aseguran que vivió sus primeros años en Castellón. Tras varios años en la marina, había llegado a ser teniente y piloto. Tenía 37 años. Su mujer y tres hijos pequeños esperaban su pronto regreso en su residencia de Cádiz, donde vivían pero las ilusiones de su familia se vieron truncadas cuando el aparato en el que Forne y sus otros tres compañeros viajaban colisionó, al parecer por falta de visibilidad, en un área montañosa cercana a la localidad haitiana de Fond Verrettes.
La familia del teniente Forné aún no se puede creer lo que ha sucedido. Los padres, la hermana y algunos tíos del militar fallecido ya se encuentran en Cádiz acompañando a la mujer e hijos de Francisco, según ha confirmado una de las primas del militar. Faltan tres semanas para que la dotación de la Armada en Haití regrese a casa. Sin embargo, hace unos días, los familiares de Forne habían hablado con él por teléfono y éste les transmitió el deseo de volver a Cádiz lo antes posible. «Estaba deseando terminar la misión. Muchas veces le tenían en el barco y sólo salían de vez en cuando y en helicóptero. Es normal que tuviera ganas de regresar» asegura una de las primas del fallecido.
M. BALÍN / R. GONZÁLEZ MADRID / CARTAGENA./ La Verdad
El accidente del helicóptero 'AB-212', que este viernes se estrelló en una zona montañesa al sudeste de Haití con cuatro tripulantes a bordo, pudo estar causado por las adversas condiciones meteorológicas que reinaban en la zona. Esta es la primera hipótesis con la que trabajan los investigadores encargados de dilucidar los motivos del siniestro aéreo en el que murieron los cuatro militares, el más grave desde que un helicóptero 'Cougar' cayera en Afganistán en agosto de 2005, causando la muerte de 17 soldados. Uno de los cuatro fallecidos en Haití era de Cartagena.
El comandante del Mando de Operaciones, el general Jaime Domínguez Buj, explicó ayer que el aparato siniestrado regresaba a la base haitiana de Petit Goave procedente de Cabo Rojo, en la República Dominicana, dentro una operación de apoyo logístico. Se trataba de una ruta conocida por los pilotos. Explicó que hacia las 10.30 de la mañana del viernes (17.30 horas en España) perdieron el contacto con el helicóptero estrellado al que también acompañaba un aparato 'Sikorsky', ambos asignados al buque 'Castilla', al que pertenecían los militares muertos.
El 'Sikorsky' lideraba la formación y avisó al mando del buque de que había entrado en una zona de escasa visibilidad y había perdido el contacto con el helicóptero acompañante. Se trata de un terreno montañoso muy escarpado, lleno de quebradas y próximo a la localidad de Fond Verretes, fronteriza con la República Dominicana.
Casi cinco horas después, dos helicópteros estadounidenses hallaron los restos de la aeronave en la pared de un cañón. Estaban esparcidos por una amplia zona, completamente carbonizados debido al impacto y posterior incendio. Según miembros del equipo de rescate, el fragmento más grande es el tablero de mandos.
En este mismo lugar se estrelló el pasado 11 de octubre un avión C-212 del Ejército uruguayo, que se encontraba al servicio de la misión de la ONU en Haití (MINUSTAH). Fallecieron 11 militares, seis uruguayos y cinco jordanos. Los investigadores achacaron entonces el siniestro a las fuertes turbulencias existentes en la zona fruto de su orografía y desecharon aspectos técnicos en el accidente, ya que la aeronave acababa de pasar una inspección dos semanas antes.
El general Domínguez Buj aseguró que el helicóptero de la Armada estaba en «perfecto» estado de mantenimiento y había pasado todas las revisiones requeridas. Asimismo, afirmó que la ruta que seguía era conocida por los mandos militares, ya que era la habitual cuando se realizaban tareas de traslado de material desde República Dominicana hasta Petit Goave o el buque 'Castilla', fondeado a 60 kilómetros de Puerto Príncipe.
A primera hora de la mañana del sábado, los militares españoles reanudaron los trabajos para recuperar los cuerpos de los compañeros fallecidos, después de que en la víspera se rescatasen dos cadáveres. Debido a la complejidad para acceder a la zona, los trabajos se centran en recuperar los restos y llevarlos a un lugardonde puedan ser introducidos en helicópteros y trasladarlos al 'Castilla', donde se les practicará las preceptivas autopsias.
Los fallecidos son Luis Fernando Torija Sagospe, comandante del Cuerpo de Intendencia, de 44 años, natural de Madrid, casado y con dos hijos; Francisco Forné Calderón, teniente de Infantería de Marina, de 37 años, natural de Cartagena, casado y con tres hijos; Manuel Dormido Garrosa, alférez de navío, de 35 años, natural de Valencia, casado y con un hijo; y Eusebio Villatoro Costa, cabo mayor de Infantería de Marina, de 41 años, natural de Cádiz, casado y sin hijos.
Esperaban su regreso
Forné Calderón, era de Cartagena, aunque fuentes familiares aseguran que vivió sus primeros años en Castellón. Tras varios años en la marina, había llegado a ser teniente y piloto. Tenía 37 años. Su mujer y tres hijos pequeños esperaban su pronto regreso en su residencia de Cádiz, donde vivían pero las ilusiones de su familia se vieron truncadas cuando el aparato en el que Forne y sus otros tres compañeros viajaban colisionó, al parecer por falta de visibilidad, en un área montañosa cercana a la localidad haitiana de Fond Verrettes.
La familia del teniente Forné aún no se puede creer lo que ha sucedido. Los padres, la hermana y algunos tíos del militar fallecido ya se encuentran en Cádiz acompañando a la mujer e hijos de Francisco, según ha confirmado una de las primas del militar. Faltan tres semanas para que la dotación de la Armada en Haití regrese a casa. Sin embargo, hace unos días, los familiares de Forne habían hablado con él por teléfono y éste les transmitió el deseo de volver a Cádiz lo antes posible. «Estaba deseando terminar la misión. Muchas veces le tenían en el barco y sólo salían de vez en cuando y en helicóptero. Es normal que tuviera ganas de regresar» asegura una de las primas del fallecido.