Diario La Opinión
El retraso en el inicio de las obras de un centro polivalente y la no justificación del gasto se debieron a "inconvenientes ajenos" al Ayuntamiento, según Carrión
REDACCIÓNEl Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) requirió el pasado 3 de diciembre al consistorio totanero para que reintegrara 450.000 euros, que fueron concedidos e ingresados en los ejercicios de 2005, 2006 y 2007 para construir el centro polivalente para discapacitados en el barrio Tirol Camilleri, que incluirá, entre otros, servicio de fisioterapeuta y terapia ocupacional para personas del municipio y de fuera de él. El retraso en el inicio de las obras y la no justificación del gasto han llevado al IMAS a requerir esta cantidad. El edil de IU+LV Juan José Cánovas afirmó que "este requerimiento es uno de los ejemplos de la desidia con la que lleva la administración municipal de Totana el alcalde, José Martínez Andreo".Por su parte, el concejal de Bienestar Social, Juan Carrión Tudela, aseguró que el Ayuntamiento todavía no tiene que devolver la subvención. Carrión indicó que es cierto que el retraso en el inicio de las obras y la no justificación del gasto dentro del plazo establecido han llevado al IMAS a solicitar la devolución y, al respecto, subrayó que la subvención no ha sido justificada dentro de los plazos por una serie de inconvenientes ajenos a la gestión de la Concejalía. En este sentido, explicó que cuando se licitó la obra del Centro Polivalente en 2005, se descubrió que bajo el terreno había una línea de alta tensión que entorpecía la construcción del edificio. Para llevarlo a cabo, puntualizó, se solicitaron los permisos a la empresa competente para su desviación y soterramiento, lo que propició el retraso de un año y medio en la obra. Además, según Carrión, en ese momento se tuvo que licitar de nuevo el proyecto, puesto que se habían variado sus precios y se debía adecuar a la demanda del mercado, situación que provocó, más aún, la ralentización del inicio de las obras, que comenzaron en 2007.El responsable del área municipal explicó que este 9 de enero se interpuso un recurso de alzada contra la resolución del IMAS para que en su lugar sea suscrito un convenio de colaboración en el que, de común acuerdo, se fijen los derechos y deberes de ambas partes respecto a las condiciones de construcción y financiación de las obras, por lo que todavía no se debe devolver el dinero concedido.
El retraso en el inicio de las obras de un centro polivalente y la no justificación del gasto se debieron a "inconvenientes ajenos" al Ayuntamiento, según Carrión
REDACCIÓNEl Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) requirió el pasado 3 de diciembre al consistorio totanero para que reintegrara 450.000 euros, que fueron concedidos e ingresados en los ejercicios de 2005, 2006 y 2007 para construir el centro polivalente para discapacitados en el barrio Tirol Camilleri, que incluirá, entre otros, servicio de fisioterapeuta y terapia ocupacional para personas del municipio y de fuera de él. El retraso en el inicio de las obras y la no justificación del gasto han llevado al IMAS a requerir esta cantidad. El edil de IU+LV Juan José Cánovas afirmó que "este requerimiento es uno de los ejemplos de la desidia con la que lleva la administración municipal de Totana el alcalde, José Martínez Andreo".Por su parte, el concejal de Bienestar Social, Juan Carrión Tudela, aseguró que el Ayuntamiento todavía no tiene que devolver la subvención. Carrión indicó que es cierto que el retraso en el inicio de las obras y la no justificación del gasto dentro del plazo establecido han llevado al IMAS a solicitar la devolución y, al respecto, subrayó que la subvención no ha sido justificada dentro de los plazos por una serie de inconvenientes ajenos a la gestión de la Concejalía. En este sentido, explicó que cuando se licitó la obra del Centro Polivalente en 2005, se descubrió que bajo el terreno había una línea de alta tensión que entorpecía la construcción del edificio. Para llevarlo a cabo, puntualizó, se solicitaron los permisos a la empresa competente para su desviación y soterramiento, lo que propició el retraso de un año y medio en la obra. Además, según Carrión, en ese momento se tuvo que licitar de nuevo el proyecto, puesto que se habían variado sus precios y se debía adecuar a la demanda del mercado, situación que provocó, más aún, la ralentización del inicio de las obras, que comenzaron en 2007.El responsable del área municipal explicó que este 9 de enero se interpuso un recurso de alzada contra la resolución del IMAS para que en su lugar sea suscrito un convenio de colaboración en el que, de común acuerdo, se fijen los derechos y deberes de ambas partes respecto a las condiciones de construcción y financiación de las obras, por lo que todavía no se debe devolver el dinero concedido.